Aunque enviar un correo electrónico tiene un impacto ambiental, es un asunto poco visible para el usuario común; sin embargo, los gadgets sí tienen una relación más palpable con las personas y estos representan un problema cuando se convierten en basura electrónica, por lo que las tecnológicas deben generar un enfoque de desarrollo sostenible desde el inicio de su producción.
Durante 2022, el Global E-Waste Monitor informó que se produjeron 57 millones de toneladas de residuos electrónicos a nivel global y en México se generaron 1.3 millones de toneladas, por lo que la economía circular debe ser una prioridad en las empresas.
Francisco Bolaños, arquitecto de internet de las cosas y transformación digital de Cisco para América Latina, resalta que más allá de ser una visión de negocio, el concepto de sostenibilidad es algo que ayuda a todos por igual: empresas, gobiernos, usuarios y planeta.