A manera de respuesta, Microsoft reestructuró el acuerdo de la adquisición para trasladar los derechos de juegos de nube para títulos actuales y nuevos de Activision Blizzard a Ubisoft, algo que supuestamente habría complacido a la autoridad regulatoria.
Y es que una de sus principales preocupaciones era que la compañía se convirtiera en un actor predominante en este incipiente mercado en donde Micrisosft ya tiene una participación importante a través de Xbox Cloud Gaming.
Si bien una de las disputas que generó mayor recuelo fue en torno al videojuego Call of Duty, cuya licencia estaría bajo el mando de Xbox y es algo que no le gustó a PlayStation, pues es uno de los juegos que más igresos genera para su consola, un tema de fondo también era el mercado de videojuegos móviles en donde la empresa de Phil Spencer tendría mayor participación.
Este viernes se cierra el plazo para que la CMA reúna sus opiniones acerca del nuevo acuerdo para consentir la adquisición y se espera una decisión final la próxima semana, con lo cual la compañía dirigida por Satya Nadella podría concretar la operación.
Por otra parte, la fecha límite entre Microsoft y Activision se amplió hasta el 18 de octubre, con el objetivo de poder cumplir con todas las aprobaciones regulatorias tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos.
Y es que la Comisión Federal de Comercio (FTC) también fue otro de los organismos críticos con la operación e intentaron bloquear la adquiición por medio de una demanda hacia la compañía.
No obstante, después de cinco días de múltiples audiencias durante julio, la FTC no logró obtener una orden judicial preliminar para impedir la compra de uno de los estudios de videojuegos más importantes del gaming.