Las técnicas que usan un hacker ético y uno malicioso son las mismas: ingeniería social, pruebas de penetración, investigación, programación de sistemas señuelo o herramientas físicas y digitales.
Por ello, pueden ser consideradas como espadas de doble filo; sin embargo, expertos en el tema resaltan que se requiere de mayor apertura por parte de las empresas a recibir ayuda y recompensar a quienes entregan reportes de fallas de seguridad.
Eso sí, para llevar a cabo tareas de hacker de sombrero blanco, como también son conocidos, se necesita un enfoque ético, donde destaquen características como la confidencialidad, pues en muchas ocasiones las empresas temen compartir elementos como su código fuente ante el riesgo de una filtración. No obstante, el acceso a este elemento les permite hallar problemas de mayor impacto.
Andrew Wilson, director general de Bishop Fox para Latinoamérica, repara en la necesidad de crear más especialistas de hackeo ético, pues es un sector en donde también se pueden crear carreras firmes y con un beneficio económico atractivo.
¿Qué se debe estudiar para ser un hacker ético?
Aunque no existe una carrera específica para ser hacker ético, desde el portal de orientación profesional, Indeed, recomiendan tener estudios en ciencias computacionales y otra carrera relacionada con la informática y las redes.
Otra alternativa es obtener una certificación en hackeo ética, por medio de la cual se obtienen conocimientos y ponen a pruebas las habilidades prácticas de los aplicantes ante diferentes tipos de ataques informáticos.
Javier Bernardo, líder de hackers éticos en Strike, destaca la necesidad de ser autodidacta y buscar apoyo en comunidades de desarrolladores, pues se trata de un entorno en donde la creación de nuevas metodologías es fundamental y en esos espacios es donde se comparte la mayor parte del conocimiento que no se da en las aulas.
¿Cuánto gana un hacker ético?
Si bien es un campo donde la experiencia es un elemento importante, los empleos para jóvenes recién egresados suelen iniciar en 20,000 pesos mensuales, mientras que el de un especialista con mayor trayectoria puede alcanzar hasta los 40,000 pesos mensuales. Además, existen hackers “freelance”, quienes se dedican a notificar de vulnerabilidades a empresas en busca de recompensas y, mientras más complejas sean, las pagas son más altas.