Esta historia nos lleva a un viaje lleno de encuentros inesperados, intrigas, suspenso, te mantiene al filo del asiento en todo momento y nos permite descubrir una serie de acontecimientos inquietantes en las vidas de Saga y Alan.
Si bien el juego se describe como un “survival horror” o terror de supervivencia, sus componentes de acertijos y de investigación le dan una mayor profundidad a la historia y permiten que te identifiques con los personajes. Como es costumbre en este tipo de juegos, los sustos por sonidos altos o repentinos son clave, pero están muy bien acompañados de un ambiente sombrío y música tensa que dan una sensación constante de inquietud y malestar, utilizando una atmósfera inmersiva y un diseño de sonido excepcional.
Si bien el entorno oscuro da aún más esta sensación de terror, no depende de hacer escenarios lúgubres, ya que se puede sentir la tensión y el terror aún en los escenarios de día o abiertos. La escasez de recursos hace que cada encuentro con los enemigos sea una experiencia tensa y emocionante.
De la misma forma que hacen los Resident Evil, el manejo de recursos e inventario te dan la sensación de que cada bala cuenta y que cada paso adelante es una apuesta arriesgada, lo que añade una capa adicional de realismo al juego.
Por otro lado, si eres nuevo en el mundo de Alan Wake, esta secuela te brinda la oportunidad de descubrir quién es este enigmático escritor y cómo se entrelazan los eventos del 2010 con los del 2023. La historia está diseñada para ser accesible para los recién llegados, al tiempo que ofrece suficientes referencias para satisfacer a los seguidores de la serie.
Alan Wake II rompe esta dinámica de que los mundos abiertos son emocionantes por sí mismos, y demuestra cómo los “mundos cerrados” pueden otorgar gran exploración y sobre todo como se puede tener como centro del videojuego contar una historia interesante, antes que pensar en un mundo fantástico.
Técnicamente es un juego bien cuidado, y gracias a la copia de prueba que Epic Games nos proporcionó pudimos jugar de forma anticipada en PC, constatando que no solo es un juego técnicamente bien logrado, sino que en lo gráfico o texturas realistas son el centro.
Es un juego muy exigente para el hardware, en una PC Ryzen 7700X y una tarjeta gráfica Nvidia 3060, solo se logran 30 FPS sin Ray Traycing en una calidad media de texturas, jugarlo en la más alta calidad, requiere de las tarjetas de video más potentes de la actualidad.
Para consolas PlayStation 5 y Xbox Series X tiene dos modos, de rendimiento y calidad, lo que permite privilegiar los cuadros por segundo y la fluidez de imagen, o elegir el realismo de texturas y detalles gráficos. Sea cual sea la selección, la experiencia sigue siendo placentera, y estos aspectos técnicos son un adicional.
Alan Wake II se suma a la lista de juegos imperdibles del 2023, demostrando cómo llevar a cabo una secuela inteligente que mantiene la esencia de su predecesor y al mismo tiempo da una nueva profundidad a la historia. Esperemos que en esta ocasión la recepción de público sea inmediata y no se empañe en los múltiples lanzamientos de octubre de 2023. Alan Wake II es un juego que para los amantes del terror psicológico será una parada obligada.