Mi principal pensamiento en ese momento fue correr a casa a bloquear la tarjeta. ¿Cómo la iba a bloquear si necesitaba mi teléfono para acceder a la app? Afortunadamente pude ingresar a la banca en línea desde otro dispositivo y marcarla como robada, y aproveché para entrar a la aplicación de “encontrar” y también marcar el iPhone 15 como robado.
Esta lección la aprendí después de que me robaron mi primer iPhone. Apple tiene esta función que sirve para localizar cualquier dispositivo de la marca que esté ligado a tu cuenta de iCloud. Es sencillo, pues solamente tienes que entrar a la app “encontrar” desde otro dispositivo Apple o a www.icloud.com e ingresar con tu Apple ID (esa dirección de correo electrónico y contraseña que usas para descargar apps). Sin embargo, considera que solamente rastreará los dispositivos que estén ligados a tu cuenta.
Pero aprendí que esto es especialmente útil cuando te roban tu teléfono, porque también te permite marcarlo como “modo perdido”. Esto significa que puedes bloquear de forma remota tu teléfono con un código para proteger el dispositivo y su información, y también para ayudar a que te lo devuelvan, pues puedes escribir un mensaje personalizado y la información para gestionar la devolución.
“Vamos a ofrecerle una recompensa”, me dijo mi acompañante. En una de esas el ladrón se animaba y lo regresaba. Pusimos un número de teléfono para que nos contactara y dejamos un mensaje: “regrésame mi teléfono por favor. Negociemos”. No hubo respuesta. Pero rastreando el teléfono nos percatamos de una cosa: Estaba en una cantina en Coyoacán. ¿Será que se fue a beber para olvidar su crimen?
Día uno posterior al robo
Lo más tedioso de cuando te roban tu teléfono es tener que avisar a todo el mundo que te lo robaron y darles la explicación uno por uno. Y con todo el mundo me refiero a tus papás, tus amigos, tus jefes, la tintorería, a la empresa de telecomunicaciones, al IMEI, al banco. El día posterior al robo del teléfono es un día perdido.
Pero esto es importante porque, si te lo robaron ladrones muy hábiles, pueden cometer más crímenes con tu número de teléfono. Tan sencillo como poner el chip en otro dispositivo y suplantar tu identidad hasta acceder a tu información financiera. Tendrían que ser muy buenos, pero uno nunca sabe.
Aunque puedes hacer la denuncia por internet, preferí ir directamente a las sucursales para que me dieran un chip nuevo que pudiera utilizar inmediatamente. Yo tengo dos líneas, una de Telcel y otra de Movistar, pero afortunadamente encontré una plaza donde estaban ambas empresas.
Me tomó cerca de media hora en cada una para que terminaran de bloquear esos chips y darme unos nuevos. Tristemente volví a mi iPhone X que hace tres semanas había guardado en el cajón. Espero este modelo ya no esté de moda para la delincuencia.
Día tres posterior al robo
Revisar a cada hora la app de “encontrar” se volvió mi rutina. En ella veía cómo el dispositivo se iba moviendo por toda la ciudad, de Coyoacán a Ecapetec a la Gustavo A. Madero. Fue desde ahí donde, después de tres días, recibí una inusual llamada. Una mujer con un tono dulce y profesional:
¡Buenas tardes! le hablamos de (una supuesta) sucursal de iShop. El motivo de mi llamada es porque una persona que nos está brindando el nombre de Ilse Flores Rodriguez, nos está indicando que este producto tiene fallas en el centro de carga. Pero al hacerle diferentes preguntas por seguridad a esta persona y no saber responder, este producto ya entró directamente a dudosa procedencia. Me comunico al número registrado en el dispositivo y mi pregunta es, ¿mandaron a realizar una revisión respecto a este equipo?
Como al Checo, me agarraron en curva. En ese momento estaba bajando del coche y lo primero que se me ocurrió fue decir: “sí”.
- ¿Si conoce a la señorita Ilse Flores?
- No la conozco
- Ok, disculpe. No la entendí. ¿Entonces no mandó a realizar ninguna reparación?
Mientras ocurría la llamada entré a la aplicación de nuevo y vi que el teléfono no se encontraba en ninguna sucursal de iShop, sino en Calle Oriente 5 21, Cuchilla del Tesoro. Un vistazo en Google Maps me ayudó a ver que en realidad se trataba de una casa de dos pisos de tabiques de concreto, que en la parte de abajo vende “Agua Inmaculada”.
- “No conozco a ninguna Ilse”, le dije.
- Ok, voy a realizar un reporte de recuperación. ¿Está usted de acuerdo?
- ¡Ok!
- ¿Cuenta con su caja, ticket de compra o factura?
- No
- ¿No cuenta con ninguno de los tres mencionados?
- No
Cambió su tono de voz. Esta vez ya no era profesional y le salió lo burlona:
- ¡Ok! gracias a su no, no, no, entregamos el producto. ¡Bye!