La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta. No solo por los procesos de producción, sino también porque las prendas terminan en la basura a las pocas puestas. Tanto así que en noviembre de este año la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reprobó a 44 marcas de ropa, entre las cuales se incluyen nombres como Zara, Bershka, Forever 21, Massimo Dutti, Oysho, por la mala calidad y poca duración de sus prendas.
Además, según la ONU, la ropa pueden tardar hasta 200 años en biodegradarse (según su composición) y pueden ser tan tóxicas como el plástico o los neumáticos desechados.
Pero d e acuerdo con José Miguel Arriaza , director de la Escuela de Ingeniería Civil, Minas y Sustentabilidad de la Universidad San Sebastián, si los consumidores no pueden dejar de comprar estas marcas, una cosa que pueden hacer es cuidar las prendas para que duren más. “El primer llamado es a la compra consciente, a ofrecer en mercados de segunda mano las prendas que no se usan, y tratar de darle el máximo de vida posible antes de que termine arrojada en un lugar inadecuado”.
Y en estos casos, la tecnología puede ser un gran aliado.
Cuando la prenda ha sido comprada, hay dos factores importantes que influyen en su ciclo de vida: el mantenimiento (lavado, secado, planchado, arreglos y cuidados) que harán que la prenda dure más; y el uso que se hace de dicha prenda. Si se utiliza mucho, el impacto que tiene en el medioambiente es menor.
Las prendas bien cuidadas pueden durar más tiempo del esperado y estos son algunos electrodomésticos que pueden ayudarte: