Mareo del simulador, distorsión de la realidad, ocultamiento de objetos reales y sensación de soledad. Estas son las primeras observaciones de los científicos de la Universidad de Stanford acerca de cómo los Vision Pro de Apple, y sus similares, pueden remodelar la función cerebral.
Científicos de Stanford revelan cómo los Vision Pro reconfiguran el cerebro
En un estudio publicado en Tecnología, Mente y Comportamiento (TMB), científicos de la Universidad de Stanford, junto con sus homólogos de la Universidad de Michigan, exploraron las implicaciones psicológicas del uso prolongado de video de passthrough en realidad mixta, como el de los Vision Pro de Apple.
El "passthrough" es una función tecnológica que permite a los usuarios ver el mundo real a través de una pantalla digital, generalmente utilizando cámaras incorporadas en dispositivos como auriculares de realidad virtual o dispositivos de realidad aumentada.
Para la investigación, usaron varios auriculares de "passthrough", incluidos el Vision Pro, Quest Pro, Quest 3, Varjo XR-3 y gafas de visión nocturna. Sus experiencias revelaron desafíos iniciales para navegar tanto en espacios públicos como privados, con objetos que parecían distorsionados en tamaño y distancia.
La enfermedad del simulador
Uno de los efectos principales es que los participantes informaron síntomas parecidos al mareo o enfermedad del simulador, que incluyen náuseas, fatiga visual, dolores de cabeza y mareos.
El estudio se alinea con la teoría del conflicto sensorial, atribuyendo estos síntomas a discrepancias entre la percepción visual, el equilibrio y las sensaciones corporales.
¿Qué pasa con el cerebro?
El Vision Pro y sus contrapartes demostraron la capacidad no solo de aumentar la realidad, sino también de alterar o borrar elementos de la percepción del usuario.
Entre los desafíos más significativos identificados estaba la distorsión, similar a ver el mundo a través de una casa de espejos.
Para los participantes del estudio: las líneas rectas parecían curvadas, y las distancias entre objetos estaban exageradas o comprimidas. Tareas como presionar botones de ascensor o comer se volvieron arduas debido a desalineamientos perceptuales.
A pesar de los obstáculos iniciales, los investigadores observaron una notable neuroplasticidad a medida que los participantes se aclimataban al entorno virtual. Lo cual quiere decir que el cerebro y la visión se comienzan a coordinar para adaptarse a dicha realidad virtual, por lo cual interactuar con el entorno físico deja de ser difícil con el paso del tiempo.
Y, al quitarse los Vision Pro, la percepción está invertida, por lo cual el cerebro debe adaptarse nuevamente a estar sin ellos.
Una sensación de soledad
El estudio subraya la necesidad de una adopción cautelosa de la tecnología de passthrough, instando tanto a los académicos como a las empresas tecnológicas a abordar sus implicaciones cognitivas.
"Lo que estamos a punto de experimentar es que, al usar estos auriculares en público, los puntos en común desaparecen", dijo Jeremy Bailenson a Busines Insider. "La gente estará en el mismo lugar físico, experimentando versiones simultáneas y visualmente diferentes del mundo. Vamos a perder terreno común".
No obstante, todavía faltan años de observación para estudiar los efectos de esta tecnología en el largo plazo.