Iskander Sánchez-Rola, director de Innovación en Privacidad de Norton, advierte que los estafadores pueden dirigirse a personas de todas las edades, y con el fácil acceso a Internet, nadie está exento de ser una víctima. Entre las estafas más comunes en esta época se destacan:
Estafas de becas y ayudas económicas
"¡Felicidades! Ha sido seleccionado como beneficiario de la beca Benito Juárez”, por ejemplo. El único requerimiento, “tiene que enviar sus datos de facturación para que los fondos se transfieran a su cuenta”. ¿Suena a estafa? Las estafas relacionadas con becas y ayudas económicas son un método habitual para que los estafadores roben dinero o información personal a estudiantes o a sus padres.
De acuerdo con Sanchez-Rola los estafadores envían mensajes falsos indicando que el receptor ha ganado una beca, solicitando información bancaria para supuestas transferencias de fondos, pero esto es falso.
Estafas con libros de texto
Sitios web fraudulentos ofrecen libros a precios bajos, pero tras el pago, el libro nunca llega, dejando al comprador sin dinero ni producto.
Recuerda que como usuario puede comprobar el sitio web antes de seguir buscando. Los estafadores suelen crear sitios web o anuncios falsos y exigen el pago antes de la entrega. Lo mejor es hacer la compra directamente en la librería. Si encuentra un vendedor de confianza, reunirse con él en un lugar público para realizar una transacción segura, puede ser otra opción.
Redes de Wi-Fi públicas
Los cibercriminales aprovechan redes de Wi-Fi públicas para interceptar datos confidenciales. Lo ideal es que para hacer transacciones en redes públicas es pensarlo dos veces y si se hace puedes usar una VPN pra tener mayor seguridad de tu información.
Estafas en redes sociales: Los perfiles falsos en redes sociales, que simulan ser instituciones educativas o compañeros de escuela, son un riesgo común. Estos perfiles pueden pertenecer a extraños que buscan obtener información personal.
Sánchez-Rola también enfatiza la importancia de utilizar navegadores seguros, adquirir software de seguridad y emplear controles parentales para proteger a los menores en línea.