La importancia de los tokens físicos y digitales
"Los tokens físicos, como los dispositivos de hardware que generan códigos de autenticación, proporcionan una barrera adicional contra los ataques cibernéticos, ya que requieren la posesión física del dispositivo", aconsejó la especialista.
Los tokens digitales, como las aplicaciones de autenticación en smartphones, también son efectivos y más accesibles, aunque es crucial mantener la seguridad del dispositivo móvil para evitar vulnerabilidades, agregó Laura Becerra.
Visa, por ejemplo, ha emitido más de 10,000 millones de tokens desde el lanzamiento de la tecnología en 2014. En el último año, gracias a los pagos tokenizados se han podido ahorrar 650 millones de dólares en fraude a nivel mundial. Los tokens de Visa han generado más de 40,000 mdd en ingresos incrementales de comercio electrónico para empresas en todo el mundo.
“Los tokens han cambiado el juego –asegurando los pagos en línea y sentando las bases para más innovaciones– desde Tap to Pay (Acercar para pagar) en un teléfono hasta habilitar un futuro en donde tenemos más control sobre nuestros datos en la era de la IA”, comentó Jack Forestell, líder global de Productos y Estrategia de Visa, en un comunicado.
Consejos para proteger la cuenta bancaria
"Hoy por hoy la ciberseguridad es un gran problema y es muy importante que se tengan cuidado con ese sentido, tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos", explicó Becerra, por eso compartió algunos consejos para quienes quieren protegerse de los ciberdelincuentes.
Proteger dispositivos con antivirus:
Asegurarse de que computadoras, laptops, tablets y teléfonos móviles estén protegidos con un buen antivirus.
Usar contraseñas seguras:
Crear contraseñas de al menos 12 dígitos que combinen mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
No usar la misma contraseña para diferentes cuentas.
No utilizar redes públicas:
Evitar conectarse a redes Wi-Fi públicas para realizar transacciones bancarias o acceder a información sensible.
No responder a correos o mensajes desconocidos:
Ignorar y no abrir correos electrónicos o mensajes de texto de remitentes desconocidos.
No hacer clic en enlaces sospechosos que prometan premios o regalos.
Verificar la autenticidad de las páginas web:
Asegurarse de que las páginas web tengan la terminación "https" y sean las oficiales del banco antes de ingresar cualquier información.
Monitorear regularmente la cuenta bancaria:
Revisar frecuentemente los movimientos de la cuenta y mantener un registro de los comprobantes de transacciones.
Tomar capturas de pantalla y fotos de cualquier actividad sospechosa para tener evidencia en caso de reclamaciones.
Mantener datos del banco y tarjetas a la mano:
Tener a mano los datos de contacto del banco y la información de las tarjetas para actuar rápidamente en caso de fraude.
Evitar guardar información sensible en el teléfono:
No almacenar contraseñas ni información bancaria en el teléfono móvil para reducir el riesgo en caso de pérdida o robo del dispositivo.