Según cifras de su último reporte trimestral , los ingresos de la empresa crecieron un 15% respecto al año anterior hasta alcanzar los 88,270 millones de dólares, impulsado principalmente por su negocio de publicidad, donde registró ingresos de 65,900 millones de dólares.
No obstante, el DOJ consideró que obligar a la compañía a vender esta vertical de negocio crearía un campo de juego más equitativo para los competidores del negocio de búsquedas. La posibilidad de exigir la escisión de Google marca un profundo cambio por parte de las autoridades de competencia estadounidenses, que habían desistido con los gigantes tecnológicos desde su fracaso en el desmantelamiento de Microsoft hace 20 años.
“Para remediar estos daños, la sentencia final requiere que Google se deshaga de Chrome, lo que detendrá permanentemente el control de Google de este punto de acceso de búsqueda crítico y permitirá a los motores de búsqueda rivales la capacidad de acceder al navegador que para muchos usuarios es una puerta de entrada a internet”, se lee en el documento.
Las autoridades antimonopolio dijeron en el documento que la firma de Mountain View también tendría que vender Android, si las soluciones propuestas no impiden que la empresa utilice para su provecho su control de ese sistema operativo móvil.
Sin embargo, los “demandantes también reconocen que dicha desinversión puede generar objeciones significativas de Google u otros participantes del mercado”, por lo tanto, el DOJ sugirió la búsqueda de otros recursos para “reducir la capacidad de usar su control de ecosistema Android para favorecer sus servicios de búsqueda general”.
Aunque si “en última instancia no logran alcanzar los altos estándares para un alivio significativo en estos mercado críticos, el Tribunal podría volver a exigir” la desinversión en Android aun cuando se espera la apelación de Google en ambos casos.
Google se defiende
En respuesta al fallo del DOJ, Kent Walker , presidente de asuntos globales y director jurídico de Google, señaló que se trata de una decisión que “perjudicaría a los estadounidenses y al liderazgo tecnológico global de EU”, ya que la propuesta “destruiría una serie de productos de Google (incluso más allá de la Búsqueda) que la gente ama y considera útiles en su vida cotidiana”.
Entre los argumentos que Walker señaló para definir como “extrema” la propuesta del DOJ se encuentran que pone en peligro la seguridad y privacidad de los usuarios; exige la divulgación a empresas nacionales y extranjeras las búsquedas personales de los usuarios; reducirá la inversión en IA; además de que “perjudicará a otros servicios, como Firefox, de Mozilla, cuyos negocios dependen de cobrar a Google por la ubicación en búsquedas”.
“El enfoque del DOJ daría lugar a una extralimitación gubernamental sin precedentes que perjudicaría a los consumidores, desarrolladores y pequeñas empresas estadounidenses, y pondría en peligro el liderazgo económico y tecnológico global de EU precisamente en el momento en que más lo necesita”, escribió Walker.
Asimismo, señaló que apenas son las primeras etapas “de un largo proceso” y que presentarán sus propias propuestas el próximo mes, además de un seguimiento más amplio para el 2025.
(Con información de AFP)