Explorar un nuevo mercado en la categoría de smartphones es complejo. Las empresas se enfrentan a posibles rechazos por parte de los usuarios, quienes suelen ser fieles a sus marcas. Sin embargo, Google emprendió este desafío con la llegada de Pixel a México con dos conceptos en mente: confianza e interés por aprender de los consumidores nacionales.
Ante la pregunta sobre si México puede ser considerado un laboratorio para probar cómo usuarios latinoamericanos interactúan con la IA de Google antes de llevarla a otros mercados emergentes, Shakil Barkat, vicepresidente de dispositivos y servicios en Google, responde que si bien la empresa se basa en datos, estos se utilizan para apuntalar sus funciones.
"Google es una empresa muy basada en data. Recolectamos los datos del mundo y los devolvemos al servicio del usuario. Somos una empresa muy basada en datos. Nos fijamos en todos los aspectos de las características que construimos. Camera Couch —una nueva función del Pixel 10— es un gran ejemplo. Miramos cómo les gustaría usarlo a los usuarios, hacemos muchos estudios. Cuando vamos a un país, le preguntamos a la gente sobre cierto modelo y les decimos: 'hey, si hacemos estas características de esta manera, ¿lo usarías? ¿Qué cambiarías?' Y luego seleccionamos cuál es el mejor enfoque".
En este sentido, si bien Google no considera al país como un laboratorio de pruebas, Pixel sí es el dispositivo en el que la empresa incorpora todas sus nuevas funciones, incluso antes de probarlas en otros teléfonos Android, lo que le da insumos sobre qué dirección tomar o cómo adoptarán la tecnología los consumidores.