El anuncio provocó una rápida reacción del senador Bernie Sanders, quien envió una carta al fundador de Amazon, Jeff Bezos, cuestionando el impacto de la automatización en el empleo. Sanders advirtió que si Amazon “tiene éxito en su plan de automatización masiva, tendrá un profundo impacto en los trabajadores de cuello azul en todo Estados Unidos y probablemente servirá de modelo para otras grandes corporaciones”, de acuerdo a lo reportado por Reuters.
El senador, quien milita con los demócratas, se refirió a reportes del New York Times que estiman que la compañía podría sustituir hasta 600,000 empleos con el tiempo al reemplazar trabajadores de almacén por robots. Amazon, que emplea a más de 1.5 millones de personas en el mundo, defendió sus proyectos de automatización como una vía para “ayudar a los trabajadores y crear nuevos puestos”, aunque no ha detallado los planes concretos para reentrenar o recolocar al personal afectado .
Aunque Jeff Bezos ya no dirige las operaciones diarias, el tema coloca nuevamente en el centro del debate sobre la ética corporativa y la automatización. El actual CEO, Andy Jassy, ha dicho que los avances en IA llevarán a una “reestructuración natural” de la plantilla, priorizando áreas donde la tecnología puede optimizar tareas repetitivas o de soporte.
Sanders pidió que la compañía garantice indemnizaciones y cobertura médica a los trabajadores despedidos, recordando que muchos empleados de Amazon dependen de subsidios federales para alimentos y vivienda, a pesar de que la empresa recibe “miles de millones de dólares” en contratos públicos.
El recorte de 14,000 puestos se percibe como un paso simbólico hacia un modelo más automatizado dentro de Amazon, donde la IA no solo mejora los procesos logísticos, sino que también empieza a redefinir las áreas corporativas, desde la atención al cliente hasta la gestión de inventarios y la creación de contenido en sus divisiones como Prime Video o AWS.