Una regulación que empuja lento
En Europa, el Cyber Resilience Act, que entrará plenamente en vigor en diciembre de 2027, exige a los fabricantes garantizar seguridad a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Esto significa que desde el diseño hasta las actualizaciones deben tener una capa de ciberseguridad.
Una intrusión en el hogar inteligente puede facilitar un robo de identidad, desde la exposición de datos personales hasta el acceso a cuentas sensibles mediante ataques de “pivoting”. Sin embargo, el daño final depende de la seguridad del dispositivo, la configuración del usuario y las defensas del proveedor en la nube.
“Sabemos que algunos consumidores dudan en usar aparatos con inteligencia artificial por temor a los riesgos. Por eso, la seguridad no puede ser opcional, debe ser parte de la experiencia desde el principio”, agregó Moon.
De acuerdo con empresas de ciberseguridad como Avast, la seguridad de un hogar inteligente requiere medidas concretas que van desde actualizaciones garantizadas, cifrado de datos, contraseñas únicas, autenticación multifactor, hasta redes segmentadas.
“Queremos que la gente disfrute de la inteligencia artificial y la conectividad sin preocuparse por la seguridad. Nuestro objetivo es que la protección sea invisible, pero siempre esté ahí”, apuntó el directivo.
Hace dos años, Matter se lanzó con la misión de proporcionar una forma fiable y segura para que los dispositivos domésticos inteligentes se conectaran y comunicaran entre sí a través de diferentes marcas y ecosistemas. Pero el protocolo de conectividad no ha despegado.
“2025 será un año clave. Buscamos alcanzar un nivel óptimo de fiabilidad y garantizar que todo funcione a la perfección”, afirmó Tobin Richardson, presidente y director ejecutivo de la Connectivity Standards Alliance (CSA), la organización encargada de desarrollar y mantener el estándar para hogares inteligentes, a The Verge .
Sin embargo, grandes empresas como Apple, Amazon y Google han tardado en ofrecer un soporte generalizado para los dispositivos Matter, persisten problemas de fiabilidad e interoperabilidad, y el protocolo Thread en el que se basa Matter ha experimentado importantes dificultades iniciales.