Son videos, textos, imágenes y audios creados automáticamente, diseñados para captar atención y monetizar clics, pero sin aportar información real, contexto ni calidad.
Aunque el término “slop” surgió como una burla entre comunidades digitales, pronto se convirtió en la forma más precisa de describir esta avalancha, donde la economía de la atención tambalea, pues las máquinas generan más contenido del que un humano podría consumir en toda su vida.
“La nueva función editar con IA de YouTube ejemplifica la tendencia de las plataformas a usar la IA para acelerar la producción de los creadores y aumentar el inventario publicitario, pero también corre el riesgo de agravar la fatiga por el contenido de IA de baja calidad, inundando los feeds con contenido similar y de baja calidad que podría erosionar la autenticidad y la confianza”, señaló Jeremy Goldman, analista de eMarketer.
El AI slop es un modelo industrializado de producción de contenido basado en IA generativa. Su materia prima son modelos capaces de crear textos narrativos, videos de corta duración, “historias” virales y hasta fotomontajes que parecen reales.
Sin embargo, lo que fue una medida de generación, ahora se contrarresta con medidas para detener su crecimiento. YouTube ya prepara medidas específicas para frenar videos repetitivos, masivos o sin aportación original, producidos completamente por IA.
The Guardian documentó que varios de los canales con mayor crecimiento en la plataforma estaban formados casi en su totalidad por videos generados automáticamente, que iban desde relatos absurdos con gatos, melodramas espaciales con bebés o compilaciones sin sentido que, aun así, acumulaban millones de vistas.
La expansión del AI slop erosina los cimientos del ecosistema informativo. El primer daño es la visibilidad del contenido original. Los feeds priorizan lo que genera interacción inmediata lo que deja a medios, periodistas y creadores sumergidos en un mar de ruido.