Qué tan saludable es el aceite de coco
Según un estudio reciente, el 72% de los estadounidenses cree que el aceite de coco es un alimento saludable.
Sin embargo, en un reporte de la Asociación Estadounidense para el Corazón nos recomendaron recientemente que lo evitáramos porque incrementa el nivel de colesterol LDL (lípidos de baja densidad, por sus siglas en inglés), una de las causas de las enfermedades cardiovasculares. Además, se desconoce si tiene efectos que compensen dicho riesgo.
"Se está afirmando que el aceite de coco es maravilloso para muchas cosas diferentes, pero en realidad no tenemos pruebas de que haya beneficios para la salud a largo plazo", dijo Walter C. Willet, profesor de Epidemiología y Nutrición en la Escuela T. H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
¿Cuál es, exactamente, la clasificación del aceite de coco entre los aceites?
"El de coco está alrededor del centro de la gama por clase de grasas. Probablemente es mejor que los aceites parcialmente hidrogenados [que son] ricos en grasas trans, pero no es tan bueno como los aceites vegetales más insaturados con beneficios para la salud demostrados, tales como los aceites de oliva o de canola", explicó Willett.
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"Probablemente no es tan 'malo' como la mantequilla, pero tampoco tan bueno como el aceite de oliva extra virgen", coincidió Kevin Klatt, investigador de nutrición molecular de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, quien estudia los efectos metabólicos del aceite de coco.
Klatt advierte que no deberíamos crearnos una opinión demasiado extrema del aceite de coco sin tener más información. "De igual forma, hay que basarse en las pruebas… y [actualmente] las pruebas reflejan los beneficios del aceite de oliva, del pescado, de los frutos secos y las semillas… así que ese debería ser el foco de la dieta".
¿Qué contiene el aceite de coco?
El aceite de coco se extrae de la pulpa del fruto. Contiene mayormente grasas saturadas, que también se encuentran abundantemente en la mantequilla y en la carne roja. Al igual que otras grasas saturadas, el aceite de coco incrementa los niveles de colesterol LDL, el "colesterol malo" relacionado con el aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. De hecho, el aceite de coco tiene más grasas saturadas e incrementa la concentración de los LDL más que la mantequilla, de acuerdo con Willett.
Sin embargo, el aceite de coco es particularmente útil para elevar los niveles de colesterol de alta densidad (HDL) o "colesterol bueno", particularmente si se lo usa para reemplazar a los carbohidratos en la dieta. Esto podría deberse a su alto contenido de un ácido graso conocido como ácido láurico.
"El aceite de coco es mitad ácido láurico, que es un tanto singular", dijo Klatt. Aparentemente, este ácido eleva el nivel de HDL más que otras grasas saturadas y rara vez se encuentra en cantidades tan altas en los alimentos.
Sin embargo, aunque el incremento en la concentración de HDL relacionada con el consumo de aceite de coco puede compensar parte del riesgo, no es tan bueno como los aceites insaturados, que no solo elevan los niveles de HDL, sino que reducen los de LDL, de acuerdo con Willett.
Lo que complica las cosas es que aún no estamos seguros de exactamente qué representa un alto nivel de HDL en cuanto al riesgo de desarrollar una enfermedad. "Se ha discutido mucho sobre la función de los HDL", advirtió Willett. "En parte porque hay muchas formas de HDL con consecuencias diferentes en la salud… esto ha enturbiado las aguas".
Por ejemplo: hay formas diferentes de HDL que hacen cosas diferentes. Una de sus funciones es ayudar a eliminar el colesterol de baja densidad del torrente sanguíneo. "Sin embargo, algunas formas de HDL no hacen eso", dijo Willet, "así que no estamos seguros de que sea mejor tener un nivel elevado de HDL".
Aunque es cierto que tener un nivel elevado de LDL solo es factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y que no siempre se traduce en infartos, sigue siendo causa de preocupación. "Tener un nivel alto de LDL es un factor de riesgo, pero predice tajantemente eventos de salud negativos", explicó Willett.
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Hay algunas pruebas sumamente preliminares de que el incremento en el nivel de LDL podría no ser tan pronunciado si uno consume aceite de coco extra virgen en vez de aceite de coco refinado, de acuerdo con Klatt. Por ejemplo: los polifenoles de los aceites no refinados pueden ayudar a paliar los efectos de los LDL. Sin embargo, advirtió que "los efectos del aceite extra virgen, comparados con los del aceite de coco refinado y otros aceites comunes, requieren más estudios".
El aceite de coco para bajar de peso
En algunos estudios se indica que el aceite de coco puede ser útil para reducir la grasa del vientre, al menos a corto plazo. En un estudio en el que se comparó con el aceite de soya , se determinó que el aceite de coco estaba relacionado con la reducción de la circunferencia del vientre (grasa ventral). Los participantes también consumieron mucha más fibra, llevaron una dieta baja en calorías y caminaron alrededor de una hora al día.
"Aunque el aceite de coco ayuda a reducir la grasa del vientre, no necesariamente compensa su efecto preocupante en los lípidos, específicamente en los LDL", dijo Klatt.
En otras investigaciones se han alabado sus beneficios, tales como la aceleración del metabolismo, la reducción del apetito o el mejoramiento de la función cognitiva en relación con las grasas conocidas como TCM o triglicéridos de cadena media, presentes en el aceite de coco.
"No se puede inferir de […] los estudios para qué sirve el aceite de coco y para qué no. Necesitamos ensayos mejor controlados", explicó Klatt. "En este momento, internet se está adelantando y está yendo más allá de las pruebas".
Las calorías del coco
Al igual que otros aceites, el de coco es denso en calorías, lo que significa que si lo consumes en grandes cantidades sin reducir otras fuentes de calorías, podrías subir de peso. Tan solo una cucharada sopera contiene 120 calorías, más o menos lo mismo que una manzana grande o que cuatro tazas de palomitas de maíz infladas con aire.
"El aceite es una forma realmente fácil de incrementar la densidad de energía de un alimento. Algunos alimentos, como las almendras, contienen mucha grasa, pero es mucho más fácil que te excedas en el consumo de aceites puros que en el de almendras", dijo Klatt.
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Sin embargo, en cantidades pequeñas, el aceite de coco puede tener un lugar en tu dieta.
"No es que tengas que evitar por completo el aceite de coco, sino que tienes que limitar el aceite de coco a los platillos que necesitan ese sabor especial, como en la comida tailandesa o para hornear un postre especial", dijo Willett.
"Si te encanta usar mantequilla y necesitas una grasa dura, el aceite de coco puede ser una mejor opción y ciertamente está bien que lo consumas ocasionalmente, cuando una receta lo requiera", agregó Klatt.
Pero para el uso cotidiano, los aceites vegetales como el de oliva, el de canola o el de soya, junto con los frutos secos y las semillas, deberían ser tus fuentes primarias de grasas. "Estos tienen mejores efectos en el colesterol en la sangre y en los estudios a largo plazo se ha demostrado que reducen el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas", dijo Willett.
Lisa Drayer es nutrióloga, escritora y periodista especialista en salud.