Ejercitarse en calles contaminadas tiene beneficios mínimos para adultos mayores
Según un nuevo estudio, dar largas caminatas por calles contaminadas y muy transitadas para ponerte en forma tiene beneficios insignificantes para tu salud.
Unos investigadores británicos exploraron los beneficios de caminar en la salud de las personas mayores de 60 años; compararon el impacto de caminar en calles urbanas contaminadas con el de hacerlo en espacios abiertos en un parque.
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Tal vez no sorprenda que a las personas que caminaron en el parque les fue mejor. La sorpresa es que los beneficios de caminar fueron insignificantes, en términos de salud cardiaca y respiratoria, cuando caminaron en calles contaminadas.
Los hallazgos, que se publicaron el 5 de diciembre en el boletín The Lancet, indican que la exposición breve a la contaminación vehicular contrarresta los beneficios cardiorrespiratorios (del corazón y los pulmones) de la actividad física en esas condiciones.
"Cuando caminas, tus vías respiratorias se abren… tus vasos sanguíneos se dilatan, se abren… y esos efectos pueden durar varios días. Cuando lo haces en un espacio contaminado, estos efectos son mucho menores, así que perdiste los beneficios del ejercicio", dijo Fan Chung, profesor de Medicina Respiratoria del Imperial College de Londres y director del estudio.
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"Cuando te ejercitas en zonas contaminadas, inhalas más, así que más partículas y gases se absorben en tus pulmones", explicó.
Contaminación o parque
El equipo de Chung quería determinar los efectos de la contaminación en personas con enfermedades cardiacas y pulmonares, que en su mayoría tienen más de 60 años, señaló.
Para hacer una comparación justa se incluyó un grupo de control de personas sanas, pero para sorpresa de los investigadores, notaron que la contaminación había tenido un impacto considerable en todos.
El equipo reclutó a 119 adultos de más de 60 años y los dividieron en tres grupos: personas sanas, personas con enfermedades cardiacas y personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC.
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Se les asignó al azar una ruta de caminata de dos horas por la calle Oxford en Londres, una de las calles principales del distrito comercial de la ciudad, o en los espacios abiertos del Hyde Park, un espacio de 140 hectáreas a poco menos de dos kilómetros de distancia. Unas semanas después, caminaron en el otro lugar.
El tránsito de la calle Oxford está restringido a autobuses y taxis, que usualmente funcionan con diésel. En general, Londres superó los límites de contaminación para 2017 a tan solo cinco días de que comenzara el año.
En el caso de todos los participantes, caminar en el Hyde Park mejoró la capacidad y la función pulmonar, además de que redujo la rigidez de las arterias —factor de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares— hasta por 26 horas.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que cuando los voluntarios caminaron por la calle Oxford, la capacidad pulmonar se redujo levemente y la rigidez arterial aumentó, lo que podría atribuirse a la exposición al hollín y a las partículas microscópicas de los gases de escape de los motores diésel.
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"En un lugar contaminado, los efectos [positivos] son mucho menores", apuntó Chung.
Quienes tienen EPOC fueron los más afectados al caminar por la calle Oxford: sus vías respiratorias se estrecharon y sus arterias se endurecieron. También reportaron tener más tos, sentir mayor falta de aire, más flemas y sibilancia.
El equipo subrayó que el entorno más agradable y la reducción del estrés al caminar en el parque podrían tener impacto en algunos de los beneficios, aunque creen que no tienen nada que ver con la diferencia significativa que notaron. "Si la gente no puede encontrar un espacio verde o un parque para ejercitarse, creo que probablemente deberían ejercitarse bajo techo", señaló Chung.
Caminar o no caminar
"No estamos hablando de niveles de contaminación muy elevados como los que se ven en China o India. Estamos hablando de la contaminación de un día común, caminando de un lado a otro por la calle principal", dijo Chung. "En ese nivel, estamos viendo efectos que invalidan los beneficios de caminar".
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Chung cree que lo más importante es que las personas con enfermedades cardiacas y pulmonares eviten esas zonas y agregó que, pese a que el estudio se llevó a cabo en Londres, tiene relevancia mundial.
"Podría aplicarse a ciudades europeas o estadounidenses en las que los niveles de contaminación son más parecidos", explicó. La contaminación en Asia es mucho mayor y deberían hacerse estudios con ese grado de contaminación, agregó.
Sin embargo, en estudios recientes con voluntarios de varios rangos de edad se ha determinado que la actividad física es beneficiosa, incluso con niveles altos de contaminación.
En una de las investigaciones de los equipos del Centro de Investigaciones para la Dieta y la Actividad de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, se determinó que los beneficios de caminar o andar en bicicleta superan a los efectos negativos de la contaminación atmosférica… todo lo contrario a lo que indica este nuevo estudio.
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"Nuestro modelo indica que en Londres, los beneficios de hacer viajes activos siempre superan a los riesgos de la contaminación", dijo Marko Tainio , director del estudio, cuando se publicó, en 2016. "Incluso en Nueva Delhi, una de las ciudades más contaminadas del mundo (con niveles de contaminación 10 veces mayores que los de Londres), la gente tendría que andar en bicicleta cinco horas a la semana para que los riesgos de la exposición a la contaminación superen a los beneficios para la salud".
En respuesta a los nuevos hallazgos, Tainio dijo que "también es importante señalar que este estudio se centró en los efectos a corto plazo… Es necesario confirmar estos hallazgos con estudios empíricos a largo plazo que se centren en la relación riesgo-beneficio a lo largo de meses o años. Además, el profesor Chung y sus colegas notaron que los beneficios de caminar para los participantes sanos se atenuaron, no se invalidaron completamente".
null"Los autores insinúan que la gente debería evitar caminar en calles transitadas y que deberían caminar en parques o en espacios verdes. Estamos de acuerdo en que es un buen consejo para la gente que camina por placer y que puede elegir", agregó. "Sin embargo, para la gente que va al trabajo o de compras, incluso en una ciudad tan contaminada como Londres, deberíamos seguir fomentando que caminen o anden en bicicleta".
"Este estudio destaca los riesgos que representa caminar en calles contaminadas para personas mayores de 60 años con padecimientos preexistentes específicos", agregó Ian Colbeck, profesor de Ciencias Ambientales de la Universidad de Essex, Reino Unido. "Sin embargo, sabemos gracias a otras investigaciones que para la gran mayoría de la población, los beneficios de cualquier actividad física superan por mucho a los daños causados por la contaminación atmosférica, salvo cuando las concentraciones de los contaminantes son extremas. Es importante que la gente siga ejercitándose".
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El profesor Stephen Holgate, asesor especial sobre calidad del aire para el Colegio Real de Médicos de Reino Unido, cree que "podemos confiar que, con base en este [nuevo] estudio, la contaminación es el factor responsable de los cambios en la función pulmonar".
Holgate, quien no estuvo involucrado en las nuevas investigaciones, agregó que el tamaño de la muestra fue reducido, pero que "para el estudio se seleccionó deliberadamente a pacientes en riesgo de desarrollar EPOC y enfermedades cardiacas isquémicas y que, en general, los hallazgos se suman a las pruebas de la importancia de los efectos de los contaminantes en grupos vulnerables y que tienen que ver con la contaminación en general de los vehículos (diésel, gasolina, frenos y llantas) como fuentes de contaminantes".
Tainio subrayó que exhortar a la gente a ejercitarse podría servir para reducir los niveles de contaminación.
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"Los autores tienen razón en destacar que las políticas deberían estar dirigidas a reducir la contaminación del aire y los niveles de ruido en las calles con el fin de proteger a la población vulnerable de los riesgos potenciales. Por ejemplo: el retiro programado de los autobuses y los taxis de la calle Oxford debería servir para lograrlo", señaló.
"Sin embargo, es importante recordar que caminar y andar en bicicleta pueden ayudar a reducir la contaminación del aire y el ruido al sustituir al transporte motorizado en las calles".