Así es la sala más silenciosa del mundo
Si te quedas dentro el tiempo suficiente, empiezas a oír los latidos de tu corazón. El zumbido de tus oídos se vuelve ensordecedor. Cuando te mueves, tus huesos rechinan. Tarde o temprano pierdes el equilibrio porque la falta total de reverberaciones sabotea tu percepción espacial.
En esta sala, en las oficinas de Microsoft en Washington, Estados Unidos, todos los sonidos del mundo exterior se quedan fuera y cualquier sonido que se produce dentro se detiene en seco. Se llama cámara "anecoica" porque no hay ecos, así que el sonido de un aplauso es absolutamente espeluznante.
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El ruido de fondo de esta sala es tan bajo que se acerca al umbral más bajo según las teorías matemáticas: el cero absoluto del sonido. El siguiente nivel es el vacío, la ausencia de sonido. Este es el lugar más silencioso del mundo.
Un silencio ensordecedor
Esta cámara ofrece una experiencia sensorial muy singular.
"En cuanto entras en la cámara, de inmediato sientes una sensación extraña y única, difícil de describir", escribió en un correo electrónico Hundraj Gopal, científico especialista en el habla y la audición y diseñador principal de la cámara anecoica.
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"Para la mayoría de las personas, la falta de ruido es ensordecedora; sienten una sensación de abotagamiento en los oídos o zumbidos. Los sonidos muy débiles se vuelven audibles porque el ruido ambiental es excepcionalmente bajo. Cuando giras la cabeza, puedes oír como gira. Puedes oír tu respiración y suena un poco fuerte", cuenta.
Gopal explicó que en el mundo real, nuestros oídos están sujetos constantemente a cierto grado de ruido, así que el aire siempre ejerce presión en los tímpanos. Pero al entrar en la cámara anecoica, esta presión constante desaparece porque los sonidos no se reflejan en las paredes.
"Es una experiencia novedosa", escribió.
Una cebolla de hormigón
Para lograr el silencio extremo, la cámara se diseñó como una estructura en forma de cebolla que la aísla del resto del edificio y del mundo exterior.
Está hecha de seis capas de hormigón y acero y de cierta forma está desconectada del edificio circundante porque yace sobre un conjunto de resortes que amortiguan las vibraciones. En el interior hay unas cuñas de fibra de vidrio montadas sobre el piso, las paredes y el techo para interrumpir las ondas de sonido antes de que puedan rebotar. El piso es simplemente una matriz de cables suspendidos que absorben el sonido.
"El diseño, la planificación y la construcción tomaron poco más de un año y medio", confirmó Gopal. "Necesitaba una buena ubicación en las instalaciones; medí los niveles de ruido dentro del edificio para confirmar que fueran adecuadamente bajos. […] Necesité planificar el interior del edificio para poder asentar la cámara a seis niveles de profundidad. Tuvimos que construir un muro de concreto especial, de 30 centímetros de ancho, para contener la cámara e impedir la entrada de otros ruidos ambientales. Se puso atención cuidadosa a cada detalle que pudiera llevar sonidos del exterior al interior de la cámara: se aislaron las tuberías de alimentación de los rociadores contra incendios y del sensor de la alarma contra incendios; los ductos de aire y de ventilación se forraron con material absorbente adicional".
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El resultado final fue que "el nivel de ruido en el interior es de -20.3 dBA [decibelios ponderados]. Esto significa que el ruido ambiental en la cámara es 20.3 dB menor que el umbral de la audición humana".
Para tener un parámetro, la respiración calmada, uno de los sonidos más débiles que pueden oírse en una sala silenciosa, mide 10 dB.
Apaga la luz
La cámara de Microsoft está registrada en el Libro Guinness de los Récords como el lugar más silencioso del mundo, título que se adjudicó en 2015 a costa de una cámara parecida en los laboratorios Orfield , en Minnesota, Estados Unidos. Pero a diferencia de la de Microsoft, esa cámara está abierta al público y se ha vuelto una atracción turística.
"Recibimos miles de solicitudes. Casi todas las semanas viene gente de todas partes del mundo y casi siempre les emociona la experiencia. No hay reacciones de escepticismo porque esta es simplemente una experiencia corporal; no hay nada qué aprender o qué creer", escribió Steve Orfield, quien construyó su propio laboratorio y cámara anecoica en un edificio que solía albergar al Studio 80, un famoso estudio de grabación en donde grabaron Bob Dylan, Prince y Cat Stevens.
De acuerdo con Orfield, la experiencia se ve un tanto influida por el lugar en el que uno estaba inmediatamente antes de entrar a la cámara porque venir de un entorno ruidoso dificulta la percepción del silencio. La calidad de tu audición también cuenta: entre más viejo seas, será más difícil que te adaptes y que aprecies el silencio en su totalidad.
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Orfield también recomienda apagar la luz. "La mayoría de las experiencias de privación sensorial incluyen apagar todas las luces para que estés en silencio auditivo y visual, sin ruido sensorial. En estas circunstancias, la mayoría de las personas pierde el equilibrio al poco tiempo".
Orfield, quien ha hecho investigaciones sobre el impacto del ruido en personas con enfermedades degenerativas como la demencia, también señaló que los visitantes que tienen autismo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y otros trastornos por ansiedad e hipersensibilidad suelen sentir mucha calma y paz en la cámara.
¿Para qué sirven?
Las cámaras anecoicas suelen usarse para probar los ruidos y los sonidos de varios productos con un alto grado de confiabilidad científica.
Microsoft la usa para probar equipo de sonido como micrófonos, receptores, audífonos y altavoces, o para analizar los clics y los zumbidos de dispositivos computacionales como teclados, ratones, ventiladores y módulos de iluminación posterior en paneles táctiles y pantallas.
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Entre los productos que se han beneficiado con la cámara están las tabletas Surface, la consola de videojuegos Xbox y los lentes de realidad virtual HoloLens, pero también software en el que predomina el componente de audio, como Skype y la asistente virtual Cortana.
Como la cámara de los laboratorios Orfield es la única acreditada en un laboratorio independiente en Estados Unidos, atrae a una gran variedad de empresas y productos: desfibriladores médicos, máquinas para la apnea del sueño, auxiliares auditivos, válvulas cardiacas, electrodomésticos, partes de automóviles, computadoras y discos duros.
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Pese a los rumores que lo contradicen, no hay un "récord mundial" de tiempo ininterrumpido pasado en la cámara y no se fomentan esta clase de desafíos, aunque de acuerdo con Orfield, recibe muchas solicitudes de personas que quieren "batir el récord".
"He pasado unos 45 minutos en la cámara. Como tengo una válvula cardíaca, siempre puedo oírla claramente", escribió Orfield. "El mayor tiempo continuo que alguien ha pasado en la cámara es de unos 55 minutos", confirmó Gopal en Microsoft. "He notado que hay varias personas que pueden quedarse adentro por unos 30 minutos, pero otras me han pedido salir tras unos cuantos segundos".
