La baguette francesa puede cambiar de sabor pronto
PARÍS - La barra de pan de los franceses puede perder algo de su esencia próximamente ya que los políticos que evalúan los riesgos a la salud de los aditivos alimentarios pretenden proponer una ley que obligará a los panaderos y fabricantes de comida procesada a reducir su contenido en sal.
Un comité parlamentario llegó a la conclusión de que los acuerdos voluntarios para reducir los altos niveles de sal no han sido respetados y ha llegado el momento de imponer normas más saludables a través de legislación.
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Las propuestas serán presentadas en septiembre, pero este miércoles se conoció un borrador en el que se da a conocer que la ingesta diaria de sal en Francia es de 10 a 12 gramos, el doble del límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los niveles excesivos de sal están relacionados con problemas cardiovasculares, la segunda mayor causa de muerte en Francia, entre los problemas al corazón.
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