Al igual que Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes ofrendaron al niño Jesús, incienso, oro y mirra, Artabán, llevaba consigo una gran cantidad de piedras preciosas (rubí, jade y diamante) para ofrecerlas a Jesús.
Pero según se cuenta, Artabán, quien se encontraría con los otros tres reyes magos en Borsippa para llegar a Belén, se encontró con un hombre que había sido golpeado y robado, por lo que decidió detenerse y ayudarlo entregándole uno de los regalos que le llevaba al niño Jesús: un diamante.
Luego de su parada, el rey mago continuó su camino, pero al llegar a Borsippa se encontró con una nota, en donde sus compañeros le indicaban que no podían esperarlo más.
Por ello Artabán tuvo que continuar con el viaje solo y cuando por fin llegó a Belén, se enteró que tanto el mesías, como sus padres habían huido rumbo a Egipto, ya que debían escapar de la matanza de infantes que había ordenado el rey Herodes.
¿Cuándo se parte la Rosca de Reyes?
El origen de la Rosca de Reyes es una tradición que tuvo sus comienzos en la Edad Media (siglo XIV) en países europeos como Francia y España que poco tiempo después, llegó a México durante la conquista.
Desde entonces es costumbre partir una rosca de pan, la cual se caracteriza por tener forma circular, símbolo del amor eterno de Dios que no tiene principio ni fin.
Según la tradición, la Rosca de Reyes se parte el 6 de enero, día en que llegan los Reyes Magos.
Para los cristianos, la forma ovalada de la rosca, representa el círculo infinito del amor a Dios. Las frutas secas cristalizadas que adornan el pan, simbolizan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos, el muñeco escondido, representa al Niño Jesús.
En México además se tiene la tradición de quien encuentra la figura del Niño Jesús, debe cuidarlo hasta el dos de febrero, que se celebra el “Día de la Candelaria”.