Edificios inteligentes: el futuro está aquí
La digitalización de la operación de los edificios se perfila como una solución viable y muy poderosa. Por ejemplo, con un sistema de gestión de edificios (BMS, por sus siglas en inglés), impulsado por el Internet de las Cosas (IoT), es posible recopilar y analizar datos operativos para optimizar el consumo energético del inmueble y así mantener una estrategia que logre reducir las emisiones de carbono.
Los beneficios de sistemas digitales para la gestión de un edificio son la mejora ambiental, eficiencia operativa, satisfacción de los usuarios y un impacto positivo en la economía. De tal suerte que la transformación hacia edificios inteligentes no solo es una respuesta a desafíos globales como la crisis climática, sino también una forma de mejorar el bienestar de sus ocupantes y garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
Acondicionar las construcciones con tecnologías bajo una propuesta sostenibles, además de lograr importantes ahorros de energía, también ofrecen un retorno de inversión significativo, preservan el valor de los activos y reducen los riesgos financieros.
Transformar un inmueble en un edificio inteligente no solo optimiza el uso del espacio y aumenta su valor, sino que también mejora su capacidad de atraer y retener inquilinos de calidad. Sin embargo, esta transformación presenta desafíos constantes en una industria en plena evolución.