La historia detrás del Día de los Inocentes no es de bromas, este es el significado original
El 28 de diciembre se celebra el día de los Santos Inocentes, más que ser una fecha para hacer travesuras o bromas sin malicia, es un homenaje a los niños no nacidos.
Detalle del tímpano de la portada septentrional del transepto de Notre Dame de París (Francia), c. 1250.(Foto: Francisco de Asís García García)
Expansión Digital
Cada 28 de diciembre se conmemora a los Santos Inocentes, o Día de los Inocentes, en varios países de habla hispana como España y México, y la fecha se utiliza para realizar bromas o travesuras sin malicia a familiares, amigos o conocidos.
Sin embargo, el origen de este día tiene un ánimo completamente diferente, ya que procura homenajear a muchos niños que fueron asesinados en tiempos de Herodes. Esta es la historia.
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En 2025, el 28 de diciembre cae en domingo, por lo que presta atención a los mensajes que recibas.
Santos Inocentes, un homenaje a los niños asesinados
De acuerdo con el sitio oficial del Vaticano, la Iglesia católica conmemora el 28 de diciembre un episodio importante en el cristianismo: cuando el rey Herodes, el Grande, mandó matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, por temor a que su poder se viera desplazado por el mesías anunciado por los profetas.
“Como Herodes no sabía en qué lugar se encontraba Jesús ordenó asesinar a todos los niños pequeños para de este modo poder asegurarse que acababa con la vida de aquel que estaba destinado a ser rey de reyes”, señala Vatican News.
Según el Evangelio de Mateo, Herodes llamó a los Sumos Sacerdotes para preguntar el sitio exacto que iba a nacer el rey de Israel, y señalaron a Belén. Posteriormente, mintiendo, les preguntó a los Reyes Magos información para localizarlo.
"Vayan y averiguen acerca de ese niño, cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, donde encontraron a Jesús junto a María y José.
Sin embargo, los Reyes Magos, después de dar obsequios, regresaron a sus paises por otros caminos, lo que enfureció a Herodes, quien ordenó a su ejército matar a todos los niños menores de dos años en Belén y los alrededores.
San Mateo afirmó que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá (cerca de Belén), es Raquel (la esposa de Israel) que llora a sus hijos, y no quiere que la consuelen, porque ya están muertos” (Jer. 31, 15).
No se sabe exactamente cuándo ocurrió la masacre. Según Global Catholic Network, este momento pudo ocurrir dentro de los dos años del nacimiento de Jesús, entre el 4 y 2 a. C.
De acuerdo con Mateo, un ángel alertó a José en un sueño para huir a Egipto.
Este episodio biblico del Nuevo Testamento ha sido retratado en varias pinturas, códices, murales, y en la arquitectura como “La masacre de los inocentes” de Nicolás Poussin, realizada entre 1626 y 1627 en Italia; el Codex Egberti realizado entre 980 y 993, y se encuentra en el Monasterio de Reichenau, en Alemania; o en un detalle del Pórtico Real de la Catedral de Chartres, en Francia.
La masacre de los inocentes (1626-1627), Nicolás Poussin.(Petit Palais - Museo de Bellas Artes de París)
¿Cuándo y por qué se empezaron a hacer bromas?
Desde el siglo IV, la Iglesia católica adoptó la fecha para recordar a las víctimas, pero con el tiempo, el 28 de diciembre empezó a transformarse para llegar a cómo se conoce hoy.
Existen varias versiones de cuándo o por qué se hacen bromas. Según la Universidad Isabel I, de España, la tradición tiene raíces medievales, cuando las fiestas de Los Locos y las Saturnales romanas permitían invertir los roles sociales un día. Entonces, los clérigos se disfrazaban, la autoridad se burlaba y la comunidad tenía permitido realizar varias bromas.
Esta teoría es compartida por el sitio cristiano Desde la Fe, quien agrega que en la celebración se nombraba a un “Rey de los Inocentes”, quien realizaba bromas al resto del pueblo.
Por “inocentes”, se considera también a las personas que “se dejan”, y surgió la frase “Inocente palomita que te dejas engañar, sabiendo que en este día nada se debe prestar”.