Sin embargo, lejos está de la verdadera ganadora, si tomamos en cuenta la inflación.
La inflación es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios por un periodo de tiempo prolongado, según define el Banco de México (Banxico).
Cuando hay inflación en una economía, es muy difícil distribuir los ingresos, pagar deudas o invertir, ya que los precios, que eran una referencia para asignar el dinero de la mejor manera posible, están "distorsionados".
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Cuando se presenta, la cantidad de dinero que habíamos administrado tiempo atrás, ya no alcanza para comprar lo mismo que antes.
Es decir, la inflación de las entradas de cine ha cambiado tanto como la oferta de películas a los largo de los años.
En México y el mundo, los precios de las entradas van variando según el año. Por ejemplo, en 2005, el costo promedio por boleto de cine en México era de 3.22 dólares; en 2007, de 4.04 dólares; en 2009, de 3.20 dólares; en 2011, de 3.83 dólares y en 2018, de 2.66 dólares, según datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine)
