El registro de este baño de vapor, que data del siglo XIV, por parte de la Secretaría de Cultura, a través del INAH, es uno de varios hallazgos realizados por un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), encabezado por Víctor Esperón Calleja.
Las excavaciones de Talavera 24 también permitieron liberar los vestigios de una vivienda que fue habitada, posiblemente, por una familia indígena de origen noble, poco tiempo después de haberse consumado la conquista española.
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El temazcal fue elaborado con bloques de adobe y fragmentos de tezontle recubiertos de estuco. En la parte central se ve la tina o pileta de agua para el baño de vapor, así como una de las banquetas que formaban parte del mismo. Con base en los restos encontrados, se infiere que sus dimensiones eran de 5 metros de largo por 2.98 de ancho.
También se encontraron diferentes estructuras arquitectónicas de una curtiduría, la cual funcionó en el último siglo del periodo novohispano, es decir, entre los años 1720 y 1820.