Del brick al click: así transformó su academia de inglés en una app
Severo Figarola, un barcelonés amante de la lingüística vio evolucionar su academia de inglés a distancia con la tecnología. De los discos de vinilo, el hombre de 81 años saltó a los radio cassettes, videos VHS, compact disc, CD-ROM, hasta encapsular su experiencia de más de 40 años en ABA English, una aplicación web y móvil de e-learning que ideó con su hijo Javier y que enseña el inglés americano y británico a través de 144 mini películas y una red de profesores certificados.
La aplicación se enfrenta a otras como Duolingo, Cambly y Babbel, pero a diferencia de éstas, ABA se especializa en un solo idioma. Además, otorga un título de Cambridge.
El método de aprendizaje es simular experiencias reales en vez de usar la memoria, explica Javier Figarola, el primogénito y CEO de la app, disponible para todas las edades, pero con un mercado meta: la fuerza laboral.
De acuerdo con el Índice del nivel de inglés para empresas 2016 que realiza la compañía suiza Education First (EF), pese a ser considerado el idioma internacional para los negocios, el nivel promedio de un trabajador en el mundo es intermedio, lo que resulta un obstáculo considerable en su desempeño.
El producto fue pensado para adaptarse a los tiempos y precios del usuario. Durante las lecciones, este habla el 86% del tiempo y es capaz de captar en tres meses lo que podría aprender en un semestre, según un estudio de efectividad aplicado a la startup por investigadores independientes de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Esto le ha permitido al nuevo negocio de los Figarola, fundado en 2013, trascender las fronteras de Barcelona a más de 170 países del mundo. Su despegue a los mercados internacionales fue respaldado por dos fondos de inversión: Nauta Capital, uno de los más importantes de España, le aportó 2.5 millones de euros en 2014. En mayo de 2016, el anglosajón Kennet Partners invirtió otros 10.5.
En 2013, el año de lanzamiento, la aplicación registró 300,000 usuarios, principalmente, en España, Italia y Francia. Al cierre de 2016 alcanzó alrededor de 13 millones en Europa y Latinoamérica.
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Impacto en México
México, después de Brasil, Italia, España y Francia se coloca como el quinto mercado más importante de ABA English, debido a que el empleado promedio, detalla el índice de EF, solo utiliza el inglés para comunicarse de forma básica, carece de comprensión y no puede entablar conversaciones complicadas.
“Aterrizamos en territorio mexicano en 2015 y este ya representa el 10% de nuestra base de usuarios (1.3 millones)”, dice el emprendedor de 33 años, que actualmente compite contra la academia Harmon Hall y las apps de Open English y British Council México.
Ese año la empresa registró una facturación total de seis millones de euros. Mientras que su cierre preliminar de 2016 duplicó la cifra.
El potencial de éxito de en México ya es tomado en cuenta por el Tecnológico de Monterrey, que integra la app al plan de estudios de último semestre en los campus Cuernavaca, Querétaro, Irapuato, Saltillo y Culiacán para medir su nivel de inglés. En el mundo, es la única que otorga un título de Cambridge al concluir el ciclo de aprendizaje.
Sin embargo, su reto a vencer en el país será el de convencer a los usuarios de aprender el idioma a través de un teléfono o una pantalla, señala Karen Acosta, country manager de Cambly, otra app de idiomas que llegó a México en 2014, un año antes que ABA.
El Primer Estudio de Educación en Línea en México, publicado en 2016 por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) y el sitio de empleos OCC destaca que los mexicanos tienen bajo interés de aprender idiomas en línea. Además, solo el 5.6% utiliza los dispositivos para estudiar.
“Seguimos trabajando en entender bien el mercado y los hábitos de los estudiantes para poder darles el mejor método posible”, dice Figarola.