Caí en depresión, me encerré por días en una habitación y, para cuando me decidí a salir, no quería tocar el tema con nadie. Mi familia tuvo que intervenir. Lo siguiente fueron momentos de reflexión, aceptación, lágrimas y mucho aprendizaje. Era mi primer gran fracaso luego de haber dirigido, escalado y vendido una exitosa empresa de más de 1,200 personas, y en la cual demostré que podía ser un gran CEO; por lo que el golpe fue devastador.
Gracias al apoyo de mi familia logré retomar mi camino como emprendedor, lo que me llevó a entender lo solitario que es ser un líder de negocios. Es solitario encontrarte en la cima del negocio porque sientes que todo el trabajo y el éxito del negocio son tu responsabilidad: vendes, administras, planificas, ejecutas, debes responder a tu equipo, a tus inversores, proveedores, socios y, al mismo tiempo, a tu familia.
Siempre debes tener la respuesta correcta, mostrarte fuerte y positivo aún cuando las cosas no marchan bien, debes motivar a tu equipo y tener pensamientos claros. Llegamos a sentirnos abrumados y no hay alguien a quien puedas recurrir que entienda lo que implica, pues aunque estés rodeado de gente bien intencionada que quieran apoyar, su experiencia y visión no les permite entenderlo.
Luego de mi quiebra y gracias a una recomendación de otro CEO me uní a una comunidad de líderes empresariales en el programa Birthing of Giants del MIT y, sin duda alguna, ha sido la mejor educación empresarial que he recibido. Me encontré rodeado de experimentados y muy exitosos empresarios de todo el mundo.
Al principio fue intimidante por el éxito de estos líderes pero pronto me di cuenta que participar no se trataba sobre cuán grande es tu empresa, sino cuánto puedes compartir y apoyar a otros a través de tus luchas, dudas e inseguridades. Estaba rodeado por compañeros que entendían el viaje del CEO desde la experiencia.
Solo otro líder de negocios puede decirte: “¿Estás estancado con tu estrategia? Tal vez no estás considerando esto...”. “Yo también despertaba aterrado a mitad de la noche con temor a perder mi empresa". “¿No logras ejecutar tu plan y alinear a tu equipo? Deberías considerar esto...".
Pertenecer a esta comunidad me ayudó a atravesar momentos difíciles en lo personal y entender mejor mi rol como CEO.
Desde entonces me he unido y he formado comunidades de líderes empresariales con la intención de apoyar, escuchar, conocer su perspectiva, acciones y decisiones; algo que se ha vuelto crucial a la hora de afrontar la crisis actual, que sin duda será más complicada y prolongada que la crisis del 2008 (el Fondo Monetario Internacional estimó una caída del 3% en la economía sólo en 2020, lo que representa 30 veces la caída del 2008).