Entre los logros de esta compañía de belleza se encuentra, por una parte, ser icónica en la cultura pop desde los años 80 y, al mismo tiempo, mantenerse en la vanguardia de la cosmética de alta gama, accesible tanto a las consumidoras como a la fuerza laboral que las maneja: Mary Kay destaca hoy, nuevamente, por las oportunidades que ofrece a sus consultoras de belleza independientes, así como por la calidad de sus productos, alineados a las tendencias de actualidad.
A escala global, la fuerza productiva femenina, más empoderada que nunca, sigue encontrando en Mary Kay una vía de autorrealización, que le permite manejar sus propios horarios. Nada ha podido detenerlas, ni el confinamiento: la compañía ha construido los canales adecuados para que puedan continuar con su labor, a distancia.