Las empresas más equitativas impulsan el desarrollo social
Las empresas que tienen a mujeres participando en roles directivos tienen 34% más de retorno de inversión, según datos del Fondo Monterio Internacional (FMI). Sin embargo, para ellas el camino hacia las posiciones de poder sigue siendo más difícil. La mayor parte de las empresas ponen más obstáculos para que las mujeres suban la escalera. “Cuando se busca un ascenso, a ellas se les otorga cuando ya hicieron algo que demuestre que merece. A los hombres se les da cuando parece que tienen el potencial”, afirmó Beatriz Gasca, socia fundadora de Dalia Empower.
La directiva de la organización, que brinda cursos a mujeres trabajadoras para impulsar su desarrollo profesional, comentó durante su participación en She Leads, proyecto de la compañía de coworking WeWork, que la diferenciación entre géneros en el trabajo sigue siendo un tema pendiente.
Sólo hay que echar un vistazo a la brecha salarial: ellas obtienen un salario 14% menor que los hombres que realizan la misma actividad, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. La poca presencia de las mujeres en los consejos directivos demuestra que en el ámbito laboral aún quedan acciones por realizar.
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El beneficio de tener negocios más equitativos va más allá de la productividad y beneficios económicos que puede tener una organización particular, explicó Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México. “Se trata de poder modificar una sociedad entera, en la que dos de cada tres mujeres sufren violencia a diario. En la que en México siete son asesinadas diariamente. Es aquí en donde el sector privado empresarial puede repercutir”, afirmó.
La ONU incluyó en su Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible la relevancia de trabajar con las empresas en materia de equidad. Para ello, emitió una serie de recomendaciones que deben adoptar las compañías que buscan igualdad, como generar prácticas de integración y de salud, la adaptación de espacios como salas de lactancia o la inversión en pláticas de educación para fomentar la motivación y confianza de las mujeres trabajadoras e impulsar el liderazgo comunitario. “Las empresas no sólo deben actuar al interior, si no hacia la sociedad. Hay que crear programas para que no solamente las mujeres que están en esa compañía logren el éxito profesional”, agregó Sanz.
La representante de ONU Mujeres en México puso como ejemplos algunas empresas que, además de buscar el desarrollo sostenible, se han unido a la campaña #HeForShe y han tenido resultados positivos. Es el caso de Schneider Electric que se puso la meta de llegar a 150 mil empleados con igualdad salarial el 2017.
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Miguel Lozano Michel, vicepresidente de Recursos Humanos de Scotiabank México, explicó que para la institución bancaria uno de los pasos fundamentales es la igualdad salarial. “Cuando alguien entra o asciende a un puesto, la decisión del salario se verifica con los tabuladores que muestran qué se gana en el mismo puesto en el mercado. No se hace diferencia de nadie por ningún motivo”, detalló.
Por otra parte, Miriam Ávila, gerente de capacitación de WeWork Latam, comentó que, para tener equipos que también crean en la equidad, la atención debe ponerse desde la selección del personal en las entrevistas de trabajo. “Le hacemos preguntas que tengan que ver con los valores de la empresa. Como cuál es el papel que desempeña en los equipos de trabajo. Esto para conocer si es una persona que puede trabajar en conjunto sin importar el género u otras diferencias”, señaló.
De manera individual
Sandra Rincón, directora de agencias de Google, afirmó que uno de los obstáculos que las mujeres tienen para crecer dentro de las empresas es la falta de confianza. Generalmente, son los hombres quienes reciben mentorías de negocios, tienen acompañantes en su vida laboral y se les inculca la idea de que lograrán sus objetivos en su carrera.
Para poder deshacer los miedos que surgen al avanzar hacia una posición de poder, Rincón recomienda identificar estos temores y enfrentarlos. “Cuando me llamaron para Google, yo no me sentía capaz, pero no entendí por qué. Hablé con amigos, familia y gente que admiro. Ellos me abrieron los ojos y me demostraron que no había razón para tener miedo, así que seguí adelante. Con el tiempo observé las acciones y logros que había tenido, entonces me convencí de que lo merecía”, contó.