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El mexicano que duplicó a Rembrandt hoy quiere conquistar Japón

Emmanuel Flores analizó los cuadros del pintor holandés y, con los datos obtenidos, recreó una obra parecida a la original. Esta campaña llamada 'The Next Rembrandt', le abrió las puertas en Asia.
vie 15 noviembre 2019 05:00 AM
Emmanuel Flores
Emmanuel Flores es el director de de transformación comercial de la agencia Isobar en Japón.

En cada uno de los proyectos profesionales en los que participa, Emmanuel Flores Elías siempre es el único mexicano. El ahora director de transformación comercial de la agencia Isobar, en Japón, ya está acostumbrado a explicar de dónde viene y qué cosas hay en su país. Aunque, últimamente, se ha llevado una gran sorpresa.

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“El mundo ya conoce bastante bien a México, saben que es un país que ha crecido en el tema digital, se habla de algunas industrias potenciales y de su próximo auge en tecnología. Además, cada vez hay más representación nacional en el extranjero”, explica.

Emmanuel Flores nunca ha trabajado en México. Su carrera profesional la ha desarrollado en Europa y Asia, por eso no conocía a ninguna persona del mercado publicitario en el país. De hecho, tuvieron que pasar más de 10 años desde que emigró para que se reencontrara con sus raíces.

Fue en 2016, en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions.

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“Mi vínculo con México renació cuando conocí a la delegación nacional que ganó en el festival por la campaña Color Maps. Me sentí muy emocionado por ver mi bandera en el escenario”, recuerda Flores Elías, quien ese año obtuvo 16 leones por ‘The Next Rembrandt’, campaña que hizo con la agencia J. Walter Thompson Ámsterdam.

Este proyecto, que lo puso en el ojo público en México y le dio reconocimiento a nivel mundial, tenía un objetivo: lograr que el banco holandés ING fuera reconocido por su innovación, capacidad de análisis de datos y tecnología. Para lograrlo, el entonces director de tecnología e innovación de la agencia decidió relacionar la entidad financiera con un ícono de la cultura holandesa: el pintor Rembrandt Van Rijn.

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Durante 18 meses, Emmanuel Flores analizó detalladamente cada uno de los cuadros del artista. Después, con los datos obtenidos y con ayuda de un software, recreó uno tan parecido a los originales que podría ser considerado parte de la colección. La obra se imprimió en 3D y el equipo de curadores del Museo de Rembrandt se encargó de enmarcarlo y exhibirlo.

Con ‘The Next Rembrandt’, el mexicano abrió nuevas puertas. Después de 15 años de trabajar en Europa del Norte, decidió apostar por una nueva oportunidad profesional en Asia. En febrero de 2018, flores se convirtió en el director de transformación comercial de la agencia Isobar Japón.

En este nuevo puesto, creado para él, es el responsable de reforzar el servicio que ofrece la compañía al mercado asiático, así como incrementar el talento interno y trabajar de la mano junto a los clientes que inician su viaje hacia la transformación digital.

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Esta no era la primera vez que una agencia creaba una posición exclusiva para el ejecutivo. Lo mismo sucedió en 2015, cuando en J. Walter Thompson Ámsterdam lo contrataron para iniciar el departamento de tecnología e innovación de la agencia, con la que consiguió reconocimiento internacional y la oportunidad de enseñar.

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El mexicano Emmanuel Flores se ha especializado en el análisis de datos y el desarrollo tecnológico de empresas en Europa y Asia.

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Fue profesor en la Universidad de Tongji, en China, donde enseñaba a los jóvenes sobre diseño e innovación digital. Esta etapa, refiere, le permitió conocer las necesidades tecnológicas de las nuevas generaciones y las habilidades que se deben desarrollar para formar parte de un mercado que se mueve constantemente.

Flores no es ajeno a la cultura oriental y mucho menos a la japonesa (porque su esposa nació en Japón), pero asegura que no ha sido sencillo adaptarse.

Nadie te prepara para el mercado japonés. Me ha sorprendido la manera en cómo opera la tecnología. He tenido que experimentar muchos cambios y mantener la mente abierta
Emmanuel Flores, director de transformación comercial de Isobar Japón.

En el ámbito profesional, el reto es grande. Primero por la cuestión demográfica del país. “Tienen una edad media muy alta, de 47 años, por lo tanto sus necesidades son diferentes”, dice. Y la segunda por la cultura, pues en su trabajo el 99% de las personas son de origen japonés, lo que genera una convivencia muy tradicional. “Debes ser muy cuidadoso con esto”, agrega.

En el ámbito personal, dice que Japón no es un lugar en el que sea fácil balancear la vida privada con la laboral, así que la opción es negociar para hacerles entender a los líderes la necesidad de estar con la familia, pero asegurándoles que el trabajo estará cubierto.

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La diferencia con la cultura europea es abismal, en esa región “trabajamos al 100% y después todos nos vamos a casa, nuestros horarios son completamente diferentes, la vida privada no es asunto de los compañeros”.

La historia de Flores en Japón apenas comienza, él mismo lo dice. No solo es un tema profesional, sino familiar. Que su hija haya nacido en ese país es el motivo por el que ahora no planea migrar. Sin embargo, no descarta la posibilidad de entrar al mercado mexicano.

“Todavía no sé si de manera parcial o total, pero quiero hacer negocios a nivel digital en mi país. Creo que es un mercado que va a crecer mucho, por lo que me gustaría ser parte de eso”, concluye el directivo.

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