Rechazar a los pobres y extranjeros es rechazar a dios
En su sermón de Nochebuena, el papa dijo que la historia de Jesús naciendo en un establo porque no había sitio en una posada debería recordar a los cristianos que negarse a ayudar a los pobres y a los extranjeros hoy en día equivale a rechazar al propio dios.
León, que ha hecho de la atención a los inmigrantes y a los pobres uno de los temas clave de los inicios de su pontificado, dijo que el nacimiento de Jesús mostraba la presencia de Dios en cada persona, mientras el pontífice guiaba a los 1,400 millones de católicos del mundo en la Misa de Navidad celebrada en la basílica de San Pedro.
"En la tierra, no hay lugar para Dios si no hay lugar para la persona humana. Rechazar a uno es rechazar al otro", dijo el papa durante la misa, a la que asistieron unas 6,000 personas en el interior de la basílica.
León, el primer papa nacido en Estados Unidos, celebra su primera Navidad tras ser elegido en mayo por los cardenales del mundo para suceder al fallecido papa Francisco.
El papa, que ha criticado las medidas divisivas del presidente estadounidense Donald Trump contra los inmigrantes, citó una frase del difunto papa Benedicto XVI en la que lamentaba que el mundo no se preocupara por los niños, los pobres o los extranjeros.
"Mientras una economía distorsionada nos lleva a tratar a los seres humanos como mera mercancía, Dios se hace como nosotros, revelando la infinita dignidad de cada persona", dijo León.
"Donde hay lugar para la persona humana, hay lugar para Dios", afirmó. "Incluso un establo puede llegar a ser más sagrado que un templo".