En México, la Ley Federal del Trabajo establece que la semana laboral actual es de ocho horas diarias, seis días por semana. Es decir, 48 horas semanales. De hecho, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cada mexicano trabaja 2,255 horas al año, la cifra más elevada dentro de las naciones de ese organismo.
“Dada esta situación, sería muy difícil para México pasar directamente a una semana laboral de cuatro días. Se debe tomar en cuenta que las 48 horas legales significarían días hábiles de 12 horas (de trabajar sólo cuatro días). Esto no es aconsejable, debido a los mayores riesgos para la salud de los trabajadores y a la seguridad en el lugar de trabajo”, dice.
Lee: 5 consejos para emprendedores que trabajan en coworking
El especialista de la OIT destaca que las empresas que han establecido estas semanas comprimidas primero probaron el esquema antes de implementarlo de forma permanente. Y añade que estas semanas de cuatro días laborales implican un número reducido de horas de trabajo, algo que las compañías deben estar dispuestas a aceptar, en beneficio de una mayor productividad.
Expansión: Entonces, ¿cómo podría incorporarse el esquema de cuatro días laborales por semana en México?
Jon Messenger: Es importante aclarar que se puede lograr una semana laboral de cuatro días, ya sea reduciendo la cantidad de horas de trabajo por semana o ‘comprimiendo’ la misma cantidad de horas de trabajo en menos días.
Sin embargo, para México es más factible pasar primero a una semana laboral de cinco días y 40 horas. Después de eso, ya se pueden considerar nuevas reducciones en la semana laboral de manera regulatoria.