Durante los 18 años siguientes, su mamá, Guadalupe Rosas, ha fungido como la administradora del lugar, y como la encargada de pagar los sueldos a cinco familias que se fueron incorporando a la plantilla laboral de la microempresa. Hoy, únicamente quedan ocho operadores y un chofer.
“Desde que se dio a conocer la prohibición de la bolsa de plástico en la ciudad, aumentó la incertidumbre entre los empleados. En menos de seis meses, se nos fue gente. Los pedidos ya no son los mismos. Antes, se pedían dos toneladas de material reciclado para la producción semanal y ahora sólo pedimos 300 kilos para fabricar una tonelada de bolsa. Nuestros clientes principales eran distribuidores de la Merced, pero las ventas ya bajaron en un 80%”, explica el todavía director comercial de Bolsas de Plástico Lupita.
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En México, la industria del plástico vale 22,000 millones de pesos y emplea a más de 293,000 personas. De ellas, la fabricación de bolsas y películas de plástico flexible genera más de 44,100 empleos directos, de los cuales 8,270 corresponden a la Ciudad de México, con un valor de producción de 9,000 millones de pesos, según cifras de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico, A.C. (Anipac).
Desde que se prohibieron las bolsas de plástico, la industria trabaja a entre el 10 y el 20% de su capacidad, sobre todo las empresas de la Ciudad de México, Guadalajara y el Estado de México. En total, esta medida afecta a 50,000 empleos en 4,000 compañías de toda la República, indicó este miércoles Aldimir Torres, presidente de la Anipac.