De acuerdo con el informe El Futuro del Trabajo, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), solo el 16.5 % de los jóvenes en el país siente que posee las habilidades sociales que necesita para vivir un proceso de selección de personal.
Además, seis de cada diez trabajadores carecen de las competencias adecuadas para los trabajos emergentes En las últimas dos décadas, el número de puestos de trabajo altamente cualificados aumentó 25%, mientras que los puestos de trabajo medianamente cualificados disminuyeron, según la organización.
“Queremos construir ese puente entre los candidatos y las empresas para asegurar el empleo”, menciona Caro. “Diagnosticamos las habilidades de los candidatos y damos mucha mentoría para que se preparen y puedan contar mejor su historia y perfilen mejor su selección en cualquier compañía”.
El proceso de acompañamiento de Hunty inicia con un diagnóstico sobre habilidades blandas del buscador de trabajo, mejora de currículum, perfil de LinkedIn y simulacros cara a cara con el reclutador, entre otras herramientas. Su modelo de negocio consiste en invertir en el candidato, ya que éste paga el mes de su primer salario, diferido en tres pagos, y cuando encontró el empleo que buscaba.
En promedio, el candidato halla trabajo 45 días después de comenzar el entrenamiento, aunque el tiempo varía según las horas que dedique cada postulante. “Hay personas que han tardado 15 días y otras que demoran más porque ya tienen un empleo y solo pueden dedicar 30 minutos diarios a la capacitación”, comenta.
Postulantes desesperados
El director de Hunty explica que los puntos flacos que más observan en los postulantes es que no saben hacer un CV atractivo, contar su historia ni negociar un salario. Tampoco hay un total entendimiento de por qué es importante conocer la empresa a la que se está aplicando, ni las funciones y expectativas de la vacante que buscan.
“De 600 CV que reciben los reclutadores para una vacante, al menos el 10% son idénticos, personas egresadas de la misma carrera, con una experiencia parecida, un nivel de idioma similar, todos señalando que trabajan en equipo, resuelven problemas y son tolerantes”, puntualiza Ivonne Vargas, analista laboral y autora del libro ¡Contrátame!
Esto es un problema que el mercado laboral viene arrastrando, pues los candidatos que llevan meses aplicando a diferentes vacantes suelen necesitar dinero y, por ello, terminan aceptando lo primero que les ofrecen, en un empleo que aceptan no por gusto, sino por necesidad.
“En América Latina, un candidato pasa siete meses en promedio buscando empleo y el salario conseguido es 15% debajo de lo que estaba considerando al principio de su búsqueda”, señala el director de Hunty.
Las condiciones laborales son otro tema sobre la mesa. De acuerdo con João Nunes, managing director de la firma de reclutamiento Michael Page, las nuevas generaciones se decantan por un mayor balance de vida personal y profesional. Ahora, enfatiza, el salario monetario va de la mano del emocional, las oportunidades de desarrollo y el bienestar integral.
No obstante, una adecuada preparación para el proceso de selección puede marcar la diferencia entre recibir el salario que el reclutador tiene en mente o negociar hasta 31% arriba, dice Caro, además de los incentivos que el candidato persiga, en una ecuación de ganar-ganar con la empresa empleadora.