De acuerdo con el informe anual Education at a Glance de la OCDE, de las 3,700 instituciones de educación superior que existen en México, menos de la tercera parte son públicas, pero acogen a 70% de los estudiantes.
Para el otro 30%, una alternativa es la educación privada; sin embargo, los costos de ésta se han elevado 162% de 2002 a 2019, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
A este panorama se suma el impacto que la pandemia tuvo sobre la educación. La Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación muestra que 5.2 millones de niños, adolescentes y jóvenes, entre los 3 y los 29 años, no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por motivos económicos y por causas de la emergencia sanitaria.
“Es relevante considerar que, para pagar los costos de una universidad privada, las familias se ven obligadas a realizar un esfuerzo económico importante. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en el ciclo escolar 2022-2023, para estudiar en alguna de ellas Medicina, Odontología y Veterinaria, se requiere una inversión total que supera el millón de pesos, lo cual podría poner en peligro el patrimonio de una familia y la continuidad de los estudios”, señala seguros AXA.
Pese a la inversión que significan, las tres carreras mencionadas más Literatura fueron las más demandadas este año, según el Imco.
Para alcanzar una meta de ahorro de un millón de pesos, y que sea posible pagar alguna de las carreras mencionadas anteriormente en una universidad privada, es necesario invertir aproximadamente 4,500 pesos mensuales durante 18 años, según cálculos de los especialistas de AXA México.