El fabricante estadounidense ha establecido en el país uno de los tres centros de servicios que le permitirán tener procesos optimizados globalmente, en lugar de posiciones replicadas en cada uno de los mercados en los que tiene presencia, en diferentes áreas estratégicas del negocio, desde Desarrollo de Producto, Ingeniería, Compras de componentes, Tecnologías de Información, Postventa y Recursos Humanos.
“Estamos identificando actividades de muchísimo valor agregado que nos permitan simplificar la operación de la empresa”, detalló Castro.
Desde el Centro de Soluciones Globales de México, por ejemplo, se hacen muchas de las compras de los componentes necesarios para proveer a la red de 70 plantas que tiene Ford alrededor del mundo. También, desde México, se controla parte de la ciberseguridad de la empresa y se desarrollan proyectos para agilizar operaciones muy específicas, como chatbots que puedan dar seguimiento a los pagos de los proveedores de la empresa.
“Todo esto surgió en nuestro corporativo en Estados Unidos en 2018. Entonces se identificaron todo los países en donde teníamos habilidades muy específicas de las cuales queríamos sacar ventaja: por ejemplo Tecnologías de la Información, cloud computing, ciberseguridad”, dijo Castro.
México se ha consolidado a nivel global como una plataforma competitiva para la producción de vehículos: la vecindad con la economía más grande del mundo, sumada a unos 14 acuerdos comerciales con más de 50 países, y a un bajo costo de mano de obra, favorecieron que en la última década se instalaran una decena de nuevas plantas armadoras, así como reinversiones en otras ya existentes.
El mexican moment que vivió la industria automotriz durante la década pasada incluso generó críticas por parte de los sindicatos del sector en Estados Unidos y Canadá, y levantó una ola de tuits del republicano Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, que mostraban duras críticas hacia las armadoras que invertían en México para exportar vehículos rentables al mercado estadounidense.
Aunque México sigue siendo uno de los mayores fabricantes de vehículos a nivel global -el séptimo en 2021-, el país ha empezado a alinearse a la transformación digital que viven las empresas del sector automotriz.
“Hicimos un análisis de las habilidades que existían en cada uno de los países en donde operamos y la compañía tomó la decisión de instalar uno de los tres centros en México. Porque aquí se encontraron varias de las habilidades que eran muy valoradas para el negocio”, dijo Castro.
El Centro de Soluciones Globales de Ford en México contrató a 604 personas durante 2021, principalmente perfiles enfocados en desarrollo de producto y compras de autopartes. En lo que va del año ha sumado otras 200 personas y el plan es llegar a 500 nuevas posiciones al cierre de 2022. Algunos de los perfiles que la armadora está buscando son especialistas en cloud computing, software y desarrollo de apps.
Varias de estas operaciones se concentrarán en un nuevo campus que se inaugurará a finales de año en Zona Esmeralda, Estado de México.
