"Estar inmersos practicando el idioma durante todo el día, incluso en nuestros sueños, nos permite aprender en un mes lo que podría llevarnos entre tres a seis meses en nuestro país de origen", afirma Ceceña.
La directora destaca que la enseñanza en los países de habla inglesa nativa se basa en la interacción como medio y objetivo final del aprendizaje. En lugar de enfocarse en la memorización y traducción de palabras, se adopta un enfoque comunicativo que fomenta el pensamiento en el idioma que se está aprendiendo.
“Esto garantiza hablar el idioma de manera fluida, sin la necesidad de traducir y con un mejor acento”, dice Ceceña. Pero el aprendizaje del idioma no es el único beneficio de viajar a estos países. Hay otros factores inherentes al viaje, como una mayor visión del mundo, la interacción con diferentes culturas, la oportunidad de establecer relaciones internacionales y un mejor posicionamiento del currículum.
"Los empleadores, más allá del dominio del idioma, están buscando personas con la experiencia de haber estudiado fuera de su país de origen", señala la directora. Además, en algunos países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda o Malta, se permite trabajar mientras se estudia, lo que brinda la oportunidad de adquirir las herramientas y practicar el inglés en un entorno laboral y de negocios.
Estos países están abiertos a recibir a migrantes, lo que hace que tener un alto nivel de inglés sea aún más interesante, ya que el idioma se convierte en un requisito principal para obtener la residencia a mediano o largo plazo.
El top 5 de los mejores países para aprender un tercer idioma
La plataforma de aprendizaje en línea Preply respalda la importancia de aprender un segundo idioma y destaca los datos más interesantes de un estudio que realizó recientemente sobre los mejores países para hacerlo.
Según la empresa, Luxemburgo ocupa el primer lugar, seguido por Suecia y Dinamarca.
En Luxemburgo las lenguas oficiales son el luxemburgués, francés y alemán. Allí, el 100% de los niños comienza a aprender lenguas extranjeras en la educación primaria. En Suecia lo hacen el 94% de los niños.
En cuarta posición está Finlandia, que tiene una puntuación de 89.1 en multilingüismo -el número de lenguas extranjeras que hablan los ciudadanos de un país- y una puntuación de 41 en diversidad lingüística, que hace referencia al número de idiomas hablados en un país, al número de inmigrantes y al número de idiomas en el sitio web oficial del gobierno.
En quinta posición está Chipre, que presenta una puntuación de 33.8 en diversidad lingüística.
A pesar de que muchos más niños aprenden un idioma extranjero en las escuelas de educación primaria en Italia y Francia en comparación a Alemania, el nivel de competencia del segundo idioma de los alemanes es mucho mayor, al igual que el número de lenguas habladas.
“Crecer aprendiendo varios idiomas ofrece múltiples ventajas, como la posibilidad de comunicarse con personas de otros países y potenciar el razonamiento estratégico cognitivo”, menciona la plataforma.
Al respecto, Ceceña comenta que no se debe subestimar la importancia de la práctica con personas que tienen diferentes acentos. "Familiarizarse con los diferentes acentos garantiza el éxito en la comunicación y los negocios a nivel mundial", asegura.
Pero aprender un segundo idioma proporciona ventajas competitivas en el mercado laboral y actúa como un catalizador cultural. Las personas que hablan más de un idioma tienen una ventaja al aprender una lengua nueva en el futuro.