Jornada laboral 40 horas semanales
Enfoque 1: Eficiencia horaria
Este primer enfoque abraza la idea de que la inteligencia artificial puede ser una aliada en la búsqueda de la eficiencia laboral. En lugar de eliminar empleos, se centra en la reducción de la jornada laboral. La premisa es sencilla: aprovechar la capacidad de la IA para realizar tareas de manera más rápida y precisa, permitiendo a los empleados completar la misma cantidad de trabajo en menos tiempo.
La automatización de tareas repetitivas y análisis de datos es una ventaja clave de la IA, dice Javi Rayón, director de Producto e Innovación de Sesame HR. Con una correcta estrategia de IA, las empresas no necesariamente tendrían que contratar más personal, ya que transforma labores de alto consumo de tiempo en tareas que se pueden realizar en minutos.
“La IA mejora la productividad eliminando tareas repetitivas, facilita la identificación y desarrollo del talento interno, permite una distribución más justa de la carga laboral, y respalda la toma de decisiones informadas y objetivas basadas en el análisis de datos internos”, comenta.
Por ejemplo, en 2018, la neozelandesa Perpetual Guardian redujo la jornada laboral a cuatro días a la semana e implementó la IA para gestionar la carga de trabajo y automatizar tareas rutinarias, logrando un aumento significativo en la productividad y la satisfacción de los empleados. Microsoft Japón, en 2019, experimentó con una jornada laboral de cuatro días utilizando la IA, lo que resultó en un aumento del 40% en la productividad.
En 2020, la cadena Shake Shack también implementó la reducción de la jornada laboral, utilizando la IA para programar turnos de manera inteligente, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la calidad del trabajo, lo que llevó a una mayor satisfacción de los empleados.
Pero la implementación de esta tecnología en el campo laboral también supone ciertos riesgos y desafíos, incluyendo la resistencia al cambio y la preocupación por la sustitución de empleados. Mitigar estos problemas requiere una comunicación clara, capacitación adecuada y establecer políticas sólidas de privacidad de datos. Es esencial enfatizar que la IA está diseñada para apoyar, no reemplazar, y se debe realizar una supervisión constante para evitar sesgos y problemas éticos.
Enfoque 2: Automatización y reducción de personal
En contraste, el segundo enfoque adopta una perspectiva más radical, considerando la IA como una herramienta para la reducción significativa de la fuerza laboral. En este escenario, la automatización se utiliza no sólo para mejorar la eficiencia, sino también para eliminar puestos de trabajo considerados redundantes.
En este contexto, las empresas capacitan a los trabajadores restantes para asumir un conjunto más amplio de responsabilidades. La formación se vuelve esencial, ya que los empleados deben adquirir habilidades adicionales para llenar el vacío dejado por la automatización. La empresa se beneficia al reducir costos laborales, pero la carga recae en los empleados que enfrentan una mayor presión para adaptarse y aprender nuevas habilidades.
El CEO de América Móvil, Daniel Hajj, destacó a finales de octubre que la empresa ya ha afrontado y absorbido los costos asociados con cambios similares en otros mercados latinoamericanos a lo largo de este año, incluyendo Chile y Colombia, donde se aprobó recientemente la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. La compañía ha enfocado su estrategia en "cuidar los costos", implementando medidas como la optimización de la fuerza laboral y programas de capacitación para mejorar la eficiencia de los empleados. Esto incluye una reducción de 5.3% en su fuerza laboral, durante los últimos cuatro años. Hasta agosto del presente año, América Móvil tenía 176,000 empleados.
A pesar de la estrategia de América Móvil de no contratar nuevo personal, la empresa ha intensificado la capacitación del personal existente, especialmente en áreas críticas como el servicio al cliente y estrategias comerciales que involucran tecnologías emergentes como la IA.
En septiembre pasado, la subsidiaria de Grupo Televisa, Izzi, experimentó una serie de despidos en una sucursal de Atención al Cliente, presuntamente relacionados con ajustes financieros y la anticipación a la posible reducción de la jornada laboral en México. Izzi respondió reclutando nuevo personal para esta área, asignándoles tareas adicionales como la gestión de telefonía móvil y ofreciendo salarios inferiores a los empleados sindicalizados. La plantilla de Izzi, que había sufrido despidos, reflejó una reducción considerable de 166 empleados.
Sin embargo, este enfoque plantea preguntas éticas sobre la responsabilidad social corporativa y el impacto en la calidad de vida de los empleados. Al priorizar la eficiencia empresarial sobre el bienestar de los trabajadores, algunas voces argumentan que se está sacrificando la esencia misma de un trabajo digno y sostenible.
Héctor Márquez, presidente de la comisión de Capital Humano y Seguridad Social de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), respaldó la necesidad de evitar despidos ante posibles cambios en la jornada laboral, señalando que la idea no es reducir salarios ni despedir a la gente, sino mantener la productividad y beneficios para los empleados. “Bajar salarios o despedir gente por esta reforma realmente sería un castigo”, mencionó.
La elección entre estos dos enfoques no es trivial. Las empresas deben sopesar cuidadosamente los beneficios a corto plazo de la automatización con las implicaciones a largo plazo para sus empleados y la sociedad en general. El desafío radica en encontrar un equilibrio que permita aprovechar la IA para mejorar la eficiencia sin perder de vista la importancia de la calidad de vida y la estabilidad laboral.