Durante un año, Prising viajó por el continente más grande del mundo y se empapó de estrategias de marketing que lo motivaron a regresar a Suecia para cursar una maestría en finanzas. En 1988, fue nombrado gerente de marketing en Electrolux y su sueño de seguir conociendo otras culturas se hizo realidad cuando la empresa lo envió cinco años a Francia y luego a Reino Unido.
La llegada a Manpower
Prising estuvo involucrado en temas de consumo, marketing y servicios financieros, pero no estaba tan inmiscuido en gestión, negocios y liderazgo, áreas que comenzaron a interesarle conforme avanzaba en su carrera profesional, así que en 1999 decidió cambiar de empresa y de sector.
Manpower ya tenía presencia en Europa, pero antes de tocar la puerta Prising optó por emplearse en una empresa americana en Londres, Nilfisk Advance, para poder aprender negocios y servicios. No obstante, en menos de un año logró entrar como jefe de ventas y marketing en la firma de reclutamiento para África y Europa.
Ahí fue cuando Prising realmente supo que quería dedicarse a la industria de capital humano. Estudió Management en Yale y hablar inglés, alemán, francés, italiano y sueco y entender danés, noruego y español le abrió el puerta a Medio Oriente, Italia y Estados Unidos, donde están las oficinas centrales de Manpower.
Desde entonces ha ocupado varios cargos en la compañía: director de cuentas, director general y presidente en ciertas regiones, pero como presidente y CEO global lleva 10 años en la silla, tiempo que le ha permitido ser testigo de cómo ha evolucionado el mercado laboral.
Prising afirma que los líderes enfrentan demandas distintas a las de hace dos décadas. Antes, la experiencia previa y la toma de decisiones basada en ella eran clave para el éxito. En el presente, la curiosidad y la disposición para aprender son fundamentales.
“Muchas de las cosas que eran exitosas en el pasado ya no lo son; es importante para los líderes de hoy ser humildes y tratar de aprender las cosas que no saben y que pueden ser importantes para su empresa. Deben buscar conocimiento sobre nuevas tendencias y buscar gente que sea valiosa y comparta el mismo propósito”, advierte.
A su parecer, la diversidad en el equipo de liderazgo y en la empresa en general es vital, ya que aporta una variedad de perspectivas y pensamientos necesarios para abordar los rápidos cambios del mundo actual. “La pandemia transformó el panorama laboral, y los líderes deben comprender que este cambio es permanente y no temporal”.
Prising señala que el futuro del trabajo implica flexibilidad y adaptabilidad. Cada empresa debe entender los deseos del talento que busca atraer y replantear sus políticas de beneficios, flexibilidad y salario en función de las necesidades de su negocio. El modelo de trabajo híbrido, con flexibilidad horaria, se perfila como un punto medio entre el trabajo en la oficina y el trabajo remoto exclusivo.
Los cuatro pilares de un buen liderazgo
Desde su perspectiva, hay cuatro elementos clave a tener en cuenta para ser un buen líder. En primer lugar, la competencia es fundamental: debes ser hábil en lo que haces, conocer tu negocio y tener habilidades de liderazgo y comunicación sólidas. Sin embargo, la capacidad por sí sola no es suficiente.
El segundo elemento es la acción: debes tener un sesgo hacia la acción y traducir tus ideas en acciones concretas para lograr resultados. Un tercer punto es que el liderazgo con excelencia implica priorizar el éxito de los demás sobre el tuyo propio. Es relevante fomentar el crecimiento y el éxito de tu equipo, actuar como un coach y dar oportunidades para su desarrollo.
Por último, pero no menos importante, se requiere un fuerte sentido ético. Debes tener una comprensión clara de lo que es correcto e incorrecto, especialmente en un mundo lleno de confusiones y ambigüedades.
“Estos cuatro rasgos son imprescindibles para un liderazgo efectivo. Algunos libros que recomiendo para profundizar en estos conceptos son El norte verdadero de Bill George y Construido para durar de Jim Collins; son probablemente mis libro favoritos sobre liderazgo”, dice.
El viaje hacia la diversificación
Hoy día, el reto de Prising radica en su viaje hacia la diversificación. Afirma que sus marcas, Manpower, Experis y Talent Solutions, son expertas a escala global en ayudar a los clientes a prosperar en un mundo laboral en constante cambio, y en facilitar a millones de personas la búsqueda de empleo. Pero la evolución de la marca implica no solo encontrar talento, sino también crearlo, proporcionando habilidades necesarias para el éxito.
En México, Prising enfrenta desafíos y oportunidades particulares. La empresa se ha adaptado a la eliminación de la subcontratación, al apostar por reclutar perfiles especializados y diversificar sus negocios, lo que ha resultado en un crecimiento positivo y una reestructuración exitosa.
“México posee activos fuertes”, enfatiza. Su proximidad al mercado estadounidense, una gran fuerza laboral y tendencias de nearshoring. Sin embargo, “para capitalizar plenamente estas oportunidades, se requiere una fuerza laboral más formalizada y con habilidades avanzadas, así como nuevas políticas para fomentar la transición de la informalidad al mercado formal”, advierte.
En este escenario, asegura que la firma que preside –un negocio que vale 4,000 millones de dólares– se diferencia por sus especializaciones, tecnología avanzada y un enfoque en la creación de valor para clientes y asociados, a través del desarrollo de habilidades. Además, la empresa está presente en 70 países y tiene relaciones sólidas con los estados de la República Mexicana que se benefician del nearshoring.
Más allá de Manpower
Prising no se ve más allá de Manpower. Quizá más adelante sea instructor de ski o catedrático en alguna escuela de negocios. “Aún no pienso en ello”, admite. En un día habitual, realiza una serie de actividades variadas. Desde su rutina de ejercicio matutino hasta las reuniones en el trabajo, interactúa con equipos y aborda cuestiones comerciales. Dedica tiempo tanto a reuniones individuales como grupales para comprender el negocio, identificar oportunidades de mejora y resolver problemas.
Asimismo, intenta reservar momentos para una reflexión más profunda, pues reconoce que la productividad no se mide solo por la cantidad de trabajo, sino por su calidad. Como líder senior, valora la gestión del tiempo y la dedicación a lo que realmente importa para su equipo y la organización.
A pesar de las demandas del trabajo, Jonas Prising prioriza el equilibrio entre trabajo y vida personal. Disfruta de la buena comida y encuentra energía en la interacción con personas, especialmente al ayudarlas a mejorar y crecer, lo cual considera su mayor fuente de motivación.