Olivia Segura coincide en este punto. La socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento en KPMG México, considera que el impacto financiero dependerá en gran medida de la fecha de entrada en vigor de la reforma y de si se aplicaría de manera gradual o de golpe. "Si la medida se implementa sin un periodo de adaptación, muchas empresas podrían enfrentarse a dificultades de liquidez e incluso a riesgo de insolvencia", comenta.
El margen de maniobra
En caso de que se apruebe esta reforma, uno de los principales retos para las empresas será cómo absorber este incremento en los costos. Jorge Sales Boyoli, experto en derecho laboral, advierte que el empresario solo tiene dos opciones: trasladar el costo al consumidor aumentando el precio de los productos o servicios, o reducir sus márgenes de utilidad.
"Aunque el impacto aislado del doble aguinaldo podría ser marginal, sumado al conjunto de reformas laborales que ya enfrentan las empresas, podría aumentar la carga operativa", apunta.
Las grandes corporaciones probablemente estarán mejor preparadas para asumir estos costos, pero las Pymes podrían ver afectada su sostenibilidad y competitividad. Hernández sugiere que las empresas pequeñas y medianas podrían verse forzadas a reducir personal o recurrir a la informalidad para mantenerse a flote. Esto podría ser contraproducente para los mismos trabajadores, que dejarían de cotizar en la seguridad social, una situación que es perjudicial tanto para ellos como para la economía del país.
Para mitigar el impacto del aumento en los costos laborales, Segura sugiere que las empresas identifiquen oportunidades para optimizar costos y eliminar gastos innecesarios en sus operaciones actuales. Una de las opciones que menciona es involucrar a los empleados en iniciativas de innovación, como hackatones —eventos intensivos donde equipos colaboran para encontrar soluciones innovadoras a problemas específicos—, que permitan descubrir mejoras en los procesos internos. “El trabajo en equipo y la innovación pueden ser fundamentales para lograr más con menos, sin que necesariamente requiera una gran inversión financiera”, comenta.
Por otro lado, Sales Boyoli sugiere que las empresas podrían empezar a reservar el pago del aguinaldo mes a mes a lo largo del año, ya que la ley no prohíbe fraccionar este pago. Esta medida, aunque no elimina el incremento de costos, podría ayudar a las empresas a distribuir el impacto financiero de manera más manejable.
Efectos en la inversión
Otro punto clave en la discusión es cómo este incremento en el aguinaldo afectará la capacidad de inversión de las empresas. Segura advierte que destinar recursos no presupuestados para el pago de un aguinaldo mayor podría limitar la capacidad de inversión, especialmente en las PyMEs que ya enfrentan restricciones financieras. "Es probable que muchas empresas tengan que posponer o cancelar proyectos de inversión si no logran ajustar sus costos operativos", señala.
A pesar de los retos, los expertos consultados ven en esta reforma una oportunidad para repensar la forma en que las empresas operan. Sales Boyoli señala que, paradójicamente, el doble aguinaldo podría ser un incentivo positivo para los trabajadores, lo que a su vez podría mejorar su productividad y, en última instancia, la competitividad de la empresa.
Sin embargo, esto dependerá de la capacidad de las empresas para gestionar eficientemente el cambio y de su habilidad para involucrar a los empleados en la búsqueda de soluciones innovadoras.
La competitividad y sostenibilidad de las empresas mexicanas dependerá en gran medida de su capacidad para enfrentar este incremento en los costos laborales sin sacrificar la calidad de sus productos y servicios ni comprometer la creación de empleo.