El ABC para que la educación sexual integral vaya más allá de las escuelas
Impartir educación sexual de manera integral permite que las personas puedan tomar decisiones más informadas y ejercer su sexualidad. Por ello, impartirla a adolescentes es fundamental.
En México, la educación sobre la salud sexual y reproductiva inicia en la pubertad y adolescencia en el sistema escolarizado. Sin embargo, su ejercicio parece ser insuficiente para que las personas puedan conocer y ejercer su sexualidad de manera libre, responsable y segura.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) indica que de las y los adolescentes que tuvieron su primera relación sexual, solo el 60% usó métodos antifecundativos. Entre las razones de las mujeres en edad reproductiva que no los usaron, el 24.2% no conocía de los métodos de cómo usarlos u obtenerlos.
La organización civil Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), junto con 32 activistas del país, creó ABCdeEIS, una guía de consulta y de formación para personas adolescentes, juventudes e incluso padres, madres y docentes sobre educación integral en sexualidad.
¿Qué es ABCdeEIS?
ABCdeEIS (Educación Integral en Sexualidad) es un proyecto, con más de tres años de trabajo, que se materializa principalmente en dos cuadernillos. Uno de conocimientos y habilidades que funciona como consulta acerca de ocho ejes temáticos:
El segundo tomo consta de actividades didácticas que pueden realizar para acompañar el aprendizaje. El proyecto nace de Lo Público es Nuestro, una iniciativa del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, y encabezada por su coordinadora Tania Martínez.
Además de ella, la acompañan 32 activistas de 16 estados (Campeche, Ciudad de México, Chiapas, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Yucatán), un equipo de juventudes mestizas, indígenas y afromexicanas que trabajan por el reconocimiento, avance y garantía de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes y jóvenes en México.
No obstante, los cuadernillos no son el único esfuerzo. Es parte del comienzo de jornadas donde las, los y les activistes puedan desempeñar actividades de educación en sus espacios y buscar que el conocimiento llegue a más personas.
ABCdeEIS no solo busca ser una guía de consulta, sino un material que permita la formación de pares, es decir que las juventudes o cualquier persona que tengan estas herramientas puedan formar a otras personas como un acto de activismo en favor de los derechos sexuales.
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¿Por qué realizar el ABCdeEIS?
“Lo que queremos con esta apuesta de tres años y esta estrategia que tiene el Instituto es generar una masa crítica de juventudes que aboguen y exijan la implementación de la educación integral en sexualidad en la educación básica. Es decir, que las infancias, las adolescencias y las juventudes tengan acceso a estos conocimientos, no solo en los espacios formales de educación”, mencionó Tania Martínez.
El objetivo es que la información no se quede solo en las escuelas, sino que llegue a personas en diferentes contextos como en situación de desplazamiento o situación de calle, ya que la EIS es un derecho. Para ello, el equipo activista realizará actividades en aulas y otros espacios para poder brindar esta información, dotar de habilidades que puedan aplicar al ejercer su sexualidad, así como colaborar en prevenir el embarazo adolescente.
Por ejemplo, Karen Stephanie Gutierrez, originaria de Morelos, que forma parte de la REDefine de ILSB y de los Grupos Estatales de Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA), organiza talleres para impartirlos en escuelas y presentarles el contenido de los cuadernillos, que están disponibles para su descarga en la página del proyecto.
¿Cómo la EIS puede ayudar a los jóvenes?
La UNESCO explica que la EIS, en combinación con acceso a servicios de salud sexual y reproductiva necesarios, capacita a los jóvenes para que puedan tomar decisiones más informadas sobre las relacionales y la sexualidad, a desenvolverse entre los riesgos para la salud y bienestar como la violencia de género, la desigualdad de género, los embarazos precoces y no deseados, el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Ayuda a proteger a las infancias contra los abusos, “enseñándoles a conocer su cuerpo y a cambiar las prácticas que llevan a las niñas a quedar embarazadas antes de estar preparadas para convertirse en madres”.
Destaca que la carencia de educación sexual y relacional de calidad y adecuada puede aumentar la vulnerabilidad ante comportamientos sexuales nocivos y a la explotación sexual.