Firmas estadounidenses en China resienten la guerra comercial
HONG KONG (CNNMoney) - Las compañías estadounidenses en China dicen que ya están sintiendo las afectaciones de la guerra comercial.
En una encuesta realizada por dos cámaras de comercio estadounidenses en China, casi dos tercios de las firmas estadounidenses que respondieron dijeron que la ola de los nuevos aranceles han perjudicado sus negocios.
Hasta el momento, Estados Unidos y China han impuesto aranceles del 25% sobre exportaciones por más de 50,000 millones de dólares, y hay más en camino.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo la semana pasada que los nuevos aranceles sobre 200,000 millones de dólares en productos chinos podrían entrar en vigor “muy pronto” y advirtió que se está preparando un conjunto aún mayor de medidas.
“Los aranceles ya están impactando negativamente a las compañías estadounidenses y la imposición de un tramo propuesto de 200,000 millones de dólares traerá mucho más afectaciones”, dijo Eric Zheng, presidente de la American Chamber of Commerce en Shanghai, en un comunicado.
“El gobierno de Estados Unidos perjudicará a las compañías a las que debería estar ayudando”.
Lee: Las empresas posponen inversiones en EU por tensiones comerciales, dice la Fed
El daño de la guerra comercial a las empresas estadounidenses en China incluye ganancias perdidas, mayores costos de fabricación y una menor demanda de sus productos, de acuerdo con la encuesta de más de 430 compañías, en industrias que van desde la tecnología hasta la atención médica.
Alrededor del 30% de las empresas dijeron que estaban haciendo cambios en partes de sus cadenas de suministro, provenientes de China y Estados Unidos, para comprar componentes de otros lugares. Una cantidad similar dijo que estaban retrasando las decisiones de inversión debido a las tensiones comerciales.
Algunas empresas reportaron otros cambios en los últimos meses, como más inspecciones impositivas o medioambientales y una autorización de mercancías más lenta en la aduana china, según el estudio.
Una de las víctimas de más alto perfil de la guerra comercial fue la adquisición por parte del fabricante estadounidense de chips Qualcomm de su rival holandés NXP Semiconductors, por 44,000 millones de dólares, que China canceló en julio al negarse a otorgarle la aprobación regulatoria.
'Fuego con fuego'
Lee: EU invita a China a retomar diálogo para evitar guerra comercial
Este jueves, las dos cámaras de comercio instaron a los gobiernos de Estados Unidos y China a reanudar las negociaciones.
Eso podría suceder antes de que comience la próxima ronda de aranceles. El gobierno de Trump ha invitado a funcionarios chinos a sostener una nueva ronda de conversaciones comerciales, dijo el miércoles el alto asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
Trump y sus asesores han argumentado que los aranceles son necesarios para presionar a Beijín para que abandone sus prácticas desleales. El gobierno de Estados Unidos acusa a China de robar propiedad intelectual y de obligar a las empresas estadounidenses a entregar tecnología valiosa. El gobierno chino ha desestimado las quejas como “infundadas”.
“Apoyamos los esfuerzos del presidente Trump para restablecer las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, por abordar las inequidades de larga data y nivelar el campo de juego”, dijo Zheng. “Pero podemos hacerlo a través de otros medios además de los aranceles de amplio espectro”.
La guerra comercial ya ha contribuido a las ventas masivas en los mercados financieros y monetarios de China. Y se espera que nuevas oleadas de aranceles estadounidenses afecten la economía china, que ya comenzó a desacelerarse este año.
Lee: Una posible reconciliación entre China y EU anima a las bolsas
William Zarit, presidente de la American Chamber of Commerce en China, advirtió al gobierno de Trump que no asuma que esas dificultades forzarán a Beijin a ceder a sus demandas.
“La Casa Blanca ha amenazado con disparar el próximo aluvión de aranceles a 200,000 millones de dólares más en productos chinos, esperando que, con este ataque o los subsecuentes, China ondeará una bandera blanca”, dijo. “Pero ese escenario corre el riesgo de subestimar la capacidad de China para seguir enfrentando el fuego con fuego”.