El carbón, la fuente de generación de electricidad más usada en 18 estados de EU

Matt Egan

NUEVA YORK - El carbón ha sido derribado. Pero no ha sido eliminado del todo.

Aunque el oro negro ha estado en fuerte declive, sigue siendo la fuente de generación de electricidad más utilizada en 18 estados de Estados Unidos, según las estadísticas del gobierno publicadas esta semana.

Ni siquiera el gas natural, un combustible más limpio y de rápido crecimiento, lidera en tantos estados. Las cifras subrayan cómo los grandes bolsillos de Estados Unidos continúan dependiendo en gran medida del carbón para crear energía y empleo.

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“Es difícil destronar a un excampeón. Eso no cambia de la noche a la mañana”, dijo Matt Hoza, gerente de análisis de energía de la firma consultora BTU Analytics.

El carbón sigue siendo el combustible más prevalente para la electricidad en partes de los Apalaches, incluyendo Ohio, Kentucky, Virginia Occidental y Kentucky. También es líder en otros grandes estados productores de carbón como Colorado, Wyoming y Montana.

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Pero el papel del carbón en la red eléctrica se está reduciendo debido a la abundancia de gas natural y a los precios en descenso de la energía renovable. Las empresas de servicios públicos han cerrado innumerables centrales eléctricas de carbón en respuesta a las regulaciones ambientales y a las exigencias de los clientes de combustible más limpio.

'Cambio rápido'

Hace una década, antes de que el auge del gas de esquisto realmente se consolidara, el carbón era la principal fuente de energía en 28 estados. Desde entonces, los antiguos estados carboníferos como Tennessee, Georgia, Carolina del Norte y Virginia se cambiaron al gas natural y a la energía nuclear.

En 2016, el gas natural superó al carbón por primera vez como la principal fuente de generación de energía del país. La participación de mercado de carbón bajó a un mínimo histórico de 30% el año pasado, frente a casi 60% de hace tres décadas, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).

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“Hemos visto un cambio relativamente rápido del carbón al gas natural”, dijo Hoza.

Aunque el carbón continúa desempeñando un papel importante, es popular principalmente en estados como Utah, que tienen poblaciones más pequeñas. El gas natural es la principal fuente de energía en los cuatro estados más poblados del país: California, Texas, Florida y Nueva York. Pensilvania, el quinto mayor estado en términos de población, se ha alejado del carbón a favor de la energía nuclear.

Energía eólica en aumento

El carbón también enfrenta la competencia de la energía renovable, en la que los costos se han desplomado en los últimos años. La hidroelectricidad es la fuente de generación de electricidad más utilizada en seis estados, incluidos Washington y Oregón.

El viento no es la principal fuente de energía en ningún estado de Estados Unidos, pero la EIA dijo que “eso podría cambiar pronto”. Eso se debe a que Kansas e Iowa, dos estados dependientes del carbón, han aumentado el uso de turbinas eólicas.

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Los analistas no esperan que las medidas del presidente Donald Trump para recortar las regulaciones ambientales revitalicen de manera significativa la industria del carbón.

“El carbón continuará disminuyendo, a diferente ritmo en diferentes lugares, según el costo del suministro”, dijo Hoza.

Combustibles fósiles

El carbón también ha estado bajo presión en algunos mercados emergentes de rápido crecimiento que intentan librarse de la contaminación.

Por ejemplo, China detuvo la construcción de 100 gigavatios de energía proveniente de carbón en el último año, según Carbon Tracker, un centro de estudios con sede en Londres.

En India, el costo de la energía solar se ha desplomado por debajo del de una nueva planta de energía a carbón.

Las energías renovables están destinadas a ser más económicas que los combustibles fósiles en todas las regiones principales del mundo para 2020, de acuerdo con la International Renewable Energy Agency.

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Carbon Tracker predijo en un informe publicado el martes que la demanda mundial de combustibles fósiles llegará a su máximo entre 2020 y 2027.

“Los años 2020 serán la década de los picos en la demanda de combustibles fósiles”, escribió Kingsmill Bond, el autor del informe, “a medida que un bastión tras otro es atacado y sobrepasado por la creciente marea renovable”.