Guerra comercial y 'brexit': la incertidumbre se vuelve global
(CNN)- Guerras comerciales. Temores de recesión. Caos del mercado. Turbulencia del petróleo. Brexit. Y el cierre de gobierno más largo de la historia.
En casi todos los rincones, en este momento se ciernen interrogantes cruciales sobre el mundo de los negocios.
¿Crecerá la economía de Estados Unidos al 3% en 2019 o sucumbirá a una recesión? ¿Reino Unido estará dentro o fuera de la Unión Europea? ¿La Reserva Federal elevará las tasas dos veces o ninguna?
En conjunto, estas fuerzas parecen estar impulsando a la incertidumbre a niveles elevados. Ese contexto hace que sea difícil que las empresas, los hogares y los inversionistas planifiquen para el futuro.
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El riesgo es que la falta de visibilidad haga que las empresas controlen el gasto, lo que retrasaría aún más el auge de la inversión que se suponía que provocaría la reforma fiscal de Estados Unidos.
"Estamos en un entorno incierto en el frente político y en el frente económico, y eso se extiende al frente corporativo", dijo Erin Browne, directora general y gerente de cartera en PIMCO.
De alguna manera, una perspectiva turbia es común a medida que las expansiones económicas envejecen y la próxima recesión comienza a formarse en el horizonte.
"A medida que avanzas hacia un ciclo tardío, el nivel de incertidumbre aumenta. Y el nivel de volatilidad en torno a los resultados económicos también", dijo Browne.
Una medida de esta volatilidad, el índice de incertidumbre de la política económica mundial se disparó a un nivel récord en diciembre. El índice, que se remonta a enero de 1997, mide con qué frecuencia los artículos de los periódicos en 20 países contienen términos relacionados con la economía, la política y la incertidumbre.
Persiste la guerra comercial, se profundiza el caos por el brexit
No hay escasez de preguntas en las salas de juntas en este momento. Considere los titulares de los últimos días.
Estados Unidos y China, las dos economías más grandes del mundo, siguen sumidos en una guerra comercial. Las conversaciones frágiles para alcanzar un acuerdo comercial aún no han producido un gran avance.
Mientras tanto, los economistas dicen que la disputa arancelaria está exacerbando la fuerte desaceleración en China . Y es al menos en parte culpable de la repentina desaceleración de la industria manufacturera de Estados Unidos y de una contracción directa en China.
Apple, la compañía pública más grande del mundo, dijo recientemente que las tensiones comerciales tuvieron un papel en la disminución de las ventas de iPhone.
En Europa, el parlamento británico rechazó rotundamente el acuerdo de brexit de la Primera Ministra Theresa May, lo que aumenta el riesgo de que su gobierno se derrumbe. La votación también profundiza las preguntas sobre si el Reino Unido se retirará de la UE o decidirá quedarse o retrasar aún más una decisión. Un divorcio desordenado podría provocar una agitación en el mercado e impulsar una recesión en el Reino Unido, la quinta economía más grande del mundo.
Mientras tanto, la economía de Alemania se contrajo en el tercer trimestre y el crecimiento de 2018 fue el más débil en cinco años.
"El resto del mundo está claramente jalando a Estados Unidos hacia abajo", dijo Browne.
Volatilidad en Washington, energía
En Washington, el cierre del gobierno federal se ha prolongado 26 días hasta el miércoles . Cada día está causando más daño a la economía, y más dolor para los 800,000 trabajadores federales que no han recibido su paga.
El sector empresarial estadounidense también está empezando a sentir el dolor. Delta Air Lines estima que la disminución en las reservaciones causadas por el cierre del gobierno le costará a la compañía aproximadamente 25 millones de dólares en enero.
El CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, advirtió a Washington el martes que, si el cierre se prolonga durante todo el trimestre, podría reducir el crecimiento económico a "cero".
Mientras tanto, el petróleo está comportándose a la altura de su reputación volátil. Los precios del petróleo de Estados Unidos se estrellaron en un mercado bajista el otoño pasado, cayendo hasta un 44%. Desde entonces, el petróleo crudo se ha disparado un 22% en solo tres semanas por señales de que la OPEP está recortando la producción.
Los giros en el mercado energético no harán que el proceso presupuestario sea más fácil para las aerolíneas, camiones y otras empresas que dependen del petróleo.
La turbulencia del petróleo también ayudó a llevar al cierre del mercado de bonos basura en diciembre, convirtiéndolo en el primer mes sin una oferta de bonos estadounidenses de alto rendimiento en una década.
Cambios de mercado 'salvajes'
Wall Street aún está curando sus heridas por el peor desempeño del mercado de valores de diciembre desde la Gran Depresión. La volatilidad extrema condujo a fuertes caídas en los ingresos por operaciones comerciales de JPMorgan Chase y Citigroup.
A pesar de que las bolsas estadounidenses se han recuperado, siempre existe el riesgo de que el caos prolongado en el mercado golpee el sentir de los consumidores y las empresas lo suficiente como para afectar a la economía real.
"Vimos grandes oscilaciones de riesgo", dijo a periodistas John Shrewsberry, director financiero de Wells Fargo, el martes. "Eso podría tener un efecto en cadena sobre la confianza para invertir, y tal vez la confianza de los consumidores y las empresas".
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La política de la Reserva Federal sigue siendo otro gran misterio. Hace solo unos meses, Wall Street estaba preparado para que el banco central de Estados Unidos aumentara las tasas de interés otras cuatro veces. Pero el estrés del mercado y la desaceleración del crecimiento global hicieron que la Reserva insinuara que podría detener sus alzas de tasas, al menos por ahora.
Incluso Esther George, una oficial de línea dura de la Reserva, dijo en un discurso el martes que "podría ser un buen momento para pausar" las alzas de tasas. Y George reconoció que no está claro si, o cuánto, el encogimiento del balance financiero de la Reserva está haciendo que las condiciones de los préstamos se ajusten.
¿Recesión o desaceleración?
Los economistas e inversionistas continúan discutiendo si la economía estadounidense se dirige hacia una recesión , o simplemente a una desaceleración abrupta como la que experimentó en 2016 .
Casi la mitad de los CFO estadounidenses encuestados por la Universidad de Duke esperan una recesión en 2019. Y el 82% cree que una recesión llegará a finales de 2020.
Pero el punto de vista de los gestores de fondos es bastante diferente. Solo el 14% de ellos espera una recesión económica mundial este año, según una encuesta de Merrill Lynch del Bank of America publicada el martes.
"Su diagnóstico es el estancamiento secular, no una recesión", escribió Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones del Bank of America, en el informe del martes.
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Aun así, el riesgo es que la extrema incertidumbre se convierta en una profecía autocumplida, que apresuraría la llegada de la próxima desaceleración al hacer que los gastos de las empresas y los consumidores disminuyan.
"Es inevitable que tengamos una recesión en los próximos años. La pregunta es cuándo llegará", dijo Browne. "Esto podría fomentar el inicio de la próxima recesión".