“Si tenemos un ‘devaluador’ en la Casa Blanca, los inversores querrán que las tasas de interés más altas sean compensadas por el mayor riesgo cambiario”, sugirió Chandler.
Incluso si Warren o Trump persiguieran un plan para devaluar el dólar, el presidente no podría hacer mucho para cambiar el valor de la moneda por su cuenta, pues necesitaría que el Tesoro de los Estados Unidos, en consulta con la Reserva Federal independiente, apoyara el plan para ejecutarlo.
“Eso es algo que parece increíblemente improbable para cualquier presidente estadounidense, a menos que haya circunstancias extremas que justifiquen una intervención”, dijo Brad Bechtel, director gerente de divisas en Jefferies.
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La moneda de reserva mundial
Una medida unilateral de Washington podría erosionar la confianza en los cimientos institucionales del dólar como la moneda de reserva más importante del mundo. El plan de Warren involucraría a otros países que ella cree que se han visto perjudicados por la “desalineación de la moneda”.
Estados Unidos debería considerar trabajar con otros países “para producir un valor monetario que sea mejor para nuestros trabajadores y nuestras industrias”, escribió Warren. No compartió qué países cree que sufren por ese problema o cómo debería funcionar su cooperación. Después de todo, las divisas se negocian en pares. Por lo tanto, un acuerdo multilateral para debilitar el dólar aumentaría a su vez el valor de, por ejemplo, el euro, o la libra esterlina.