Luego, Estados Unidos calificó a China de “manipulador de divisas” después de que Beijing permitiera que el yuan se debilitara. Eso provocó temores de una guerra de divisas que dispararía la inflación y provocaría que los precios de los activos cayeran en picada.
Los analistas de Capital Economics dijeron que es probable que la guerra comercial entre Estados Unidos y China se intensifique aún más debido a que el presidente chino, Xi Jinping, no cederá ante las demandas estadounidenses y cambiará sus políticas industriales.
“Como tal, esperamos que los aranceles sigan adelante y, aún más, que sean aumentados, al 25% sobre todas las importaciones de bienes chinos a Estados Unidos, en poco tiempo”, escribieron los analistas en una nota de investigación.
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En Alemania, donde el crecimiento en el primer trimestre fue del 0.4%, es probable que la situación empeore antes de mejorar. De acuerdo con Capital Economics, las encuestas de negocios apuntan a un mayor deterioro en la manufactura alemana en julio.
El Ifo Intitute de Alemania también ha encontrado evidencia de trauma. Su última encuesta de negocios muestra que las expectativas de producción están en su nivel más bajo desde finales de 2012, cuando Europa todavía estaba lidiando con su crisis de deuda.
“Cada vez más compañías anuncian que tienen la intención de recortar su producción en el próximo trimestre”, dijo Ifo el miércoles, y agregó que “no se vislumbra el fin de la recesión en la industria alemana”.
Commerzbank, el segundo banco más grande del país, dijo el miércoles que había duplicado la cantidad de dinero reservada en el segundo trimestre para compensar los préstamos que no serán pagados.
También advirtió que su objetivo de ganancias para 2019 sería más difícil de alcanzar debido a un “empeoramiento notable de la situación macroeconómica” y la “situación geopolítica cada vez más incierta”.