“Si bien habíamos asumido anteriormente que el presidente Trump se daría cuenta que alcanzar un acuerdo sería más ventajoso para sus perspectivas de reelección rumbo a 2020”, escribió el economista jefe de Goldman Sachs en el informe, “ahora estamos menos seguros de que esta sea su opinión”.
El martes, el banco central chino se opuso a la declaración de Trump, argumentando que Estados Unidos “sufrirá” en última instancia por la decisión y que provocaría una crisis adicional en el mercado financiero y en la recuperación de la economía global. “La parte china aconsejó a Estados Unidos que se mantenga en los límites y vuelva a la senda correcta de racionalidad y objetividad”, según un comunicado del Banco Popular de China.
Larry Kudlow, el principal asesor económico de Trump, intentó el martes enviar un mensaje de confianza a los mercados, diciendo a periodistas que la puerta está “abierta para negociaciones adicionales con China”. Dijo que el gobierno todavía planea una reunión con los negociadores comerciales chinos en la Casa Blanca para septiembre.
La estrategia agresiva de Trump de acumular miles y miles de millones de aranceles para obligar a China a ir a la mesa de negociaciones ya ha mostrado signos de una desaceleración de la economía de EU y en todo el mundo, ya que las empresas se han mantenido al margen reacias a realizar inversiones y compras debido a la persistente incertidumbre.
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Aun así, dicen los economistas, el presidente parece apostar al hecho de que tiene algo que le asegura que la Reserva Federal (Fed) continuará reduciendo las tasas para evitar que la economía se enfríe y que un acuerdo presupuestario de dos años aumente el gasto significativamente para ayudar a estimular la economía de Estados Unidos mientras se dirige a las elecciones de 2020.
“Corre un gran riesgo”, dijo Maurice Obstfeld, profesor de economía en la Universidad de Berkeley. “Le está apostando a que la economía es lo suficientemente fuerte y que la Fed será lo suficientemente reactiva como para poder agitar estas guerras comerciales y monetarias y salir victorioso sin dañar demasiado la economía, pero puede que se esté engañando a sí mismo”.
¿China se planta?
Después de declarar en marzo de 2018 que “las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, a finales del mes pasado Trump abrió la puerta a reconocer públicamente, por primera vez, que China probablemente avanzará lentamente para cerrar cualquier acuerdo hasta después de las elecciones de 2020, especulando que querrán esperar y ver el resultado primero.