Trump también dijo que las compañías mal administradas están utilizando los aranceles como una excusa para las dificultades en sus negocios.
Las acciones mundiales pasaron gran parte de la semana pasada en un estado de ansiedad. Los comentarios de Trump de que China “llamó” para expresar el deseo de volver a la mesa de negociaciones ayudaron a los mercados a subir. Pero la respuesta fría de Pekín —un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que no había sabido nada sobre esa llamada telefónica— reintrodujo las dudas.
El efecto latigazo se ha vuelto tan pronunciado que incluso la más mínima sugerencia de buenas noticias de China más adelante en la semana envió a los mercados a un repunte. Un portavoz del Ministerio de Comercio dijo a los periodistas que el país está dispuesto a resolver los problemas comerciales con una “actitud tranquila”, comentarios que impulsaron a Wall Street y a las acciones asiáticas.
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“No parece una gran cosa”, escribió Jeffrey Halley, analista senior de mercado para Asia Pacífico de Oanda, en una nota de investigación el viernes. Pero dada la “fragilidad” de los mercados a principios de semana, los inversores “probablemente habrían seguido fluyendo por la puerta de salida” sin los comentarios de China, agregó.
Eso no significa necesariamente que las buenas noticias estén a la vuelta de la esquina. Aunque se supone que Washington y Pekín tienen otra ronda de conversaciones comerciales en septiembre, ninguna de las partes ha dicho cuándo exactamente se llevarán a cabo esas discusiones. Y el Ministerio de Comercio de China sugirió que los nuevos aranceles de Estados Unidos deben eliminarse de la mesa de negociaciones para que ambas partes puedan avanzar.