Un acuerdo completo sobre el brexit, incluso uno que dañe la economía al erigir nuevas barreras comerciales entre Gran Bretaña y su mayor mercado de exportación, habría proporcionado a las empresas algo de la certeza política que ansiaban. Eso, a su vez, podría haber alentado a los CEO a comenzar a gastar más dinero en equipos, mejoras para las fábricas y expansiones que se han retrasado debido a la incertidumbre sobre el brexit.
Al dejar de lado su acuerdo a favor de una elección, Johnson una vez más ha sumido a las empresas del Reino Unido en la oscuridad sobre los futuros términos del comercio con la Unión Europea y el resto del mundo. Los CEO ahora deben considerar una amplia gama de resultados: los legisladores del Reino Unido podrían conceder a Johnson una elección general, o no; Johnson podría triunfar en las urnas o ser reemplazado como primer ministro por el líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn. El acuerdo que Johnson alcanzó con la Unión Europea podría eventualmente ser revivido, o podría archivarse junto al negociado por su predecesora, Theresa May.
Una de las pocas certezas es otro retraso y más afectaciones económicas. El lunes, la Unión Europea aprobó una extensión de brexit hasta el 31 de enero.
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“Un retraso... no es un gran golpe para la economía, pero, al prolongar la incertidumbre, es un lastre adicional”, escribió Paul Dales, economista en jefe para Reino Unido de Capital Economics, en una nota de investigación la semana pasada.
De acuerdo con Capital Economics, Gran Bretaña podría encaminarse hacia una situación en la que un “gobierno zombi” contribuya a una “economía zombi y una libra zombi”. Los economistas del grupo estiman que la economía de Gran Bretaña, que se contrajo por primera vez en siete años en el segundo trimestre, estaría consignada a un crecimiento lento de alrededor del 1% en 2020.
Más de tres años de incertidumbre ya han pasado factura. El crecimiento de la inversión empresarial ha disminuido en cinco de los últimos seis trimestres, según datos del gobierno del Reino Unido. Investigadores de la Universidad de Stanford y del Banco de Inglaterra hallaron que la incertidumbre causada por el brexit ha reducido la inversión en aproximadamente 11% y ha disminuido la productividad hasta en 5% durante los tres años transcurridos desde el referéndum de junio de 2016.