Piratería eres y en polvo te convertirás.
En esta frase se puede resumir el destino de los 5.08 millones de productos apócrifos asegurados por las autoridades mexicanas este año, una cifra récord según el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI).
¿Polvo? Sí, una parte de ellos como maquillajes, sombras, labiales, cargadores de iPhone, bolsos, CD y rastrillos que el IMPI reunió en su patio central terminaron licuados en unos molinos y no en el rostro de alguna persona.
FOTOS: Así es la destrucción de artículos pirata
Acabaron hechos trizas en la edición 4 de la Destrucción de mercancía asegurada por el instituto realizada en sus instalaciones la mañana del jueves en la Ciudad de México.
Una mañana en la que se supo que 8 de cada 10 mexicanos han comprado alguna vez piratería, aunque el 47% considera que afecta la economía del país. Datos que provienen de la primera encuesta hábitos de consumo de piratería, uno de los tres ejes de la estrategia de este gobierno para enfrentar este comercio que representa 1.2% del PIB y cuesta 43,000 millones de pesos (mdp) anuales, de acuerdo con la Concanaco.
Si la cifra fue grande, grande también fue la convocatoria, pues el presidium era nada más y nada menos que de 23 personas, tres mesas colocadas en forma de U, donde estarían reunidos los representantes de la defensa de los derechos de propiedad, de los consumidores y de la economía, todos “En línea contra la piratería”, el grito de guerra.
Los 23 testigos firmaron un acuerdo para formar el Grupo Antipiratería: cámaras comerciales, autoridades, representantes organizaciones, de nacionalidades diversas como francesa, italiana o estadounidense, porque este delito no es exclusivo de México, representa el 3.3% del comercial mundial y hasta marzo de 2019 movía 460,000 millones de euros, un consumo que pasó de 2.5% a 3.3% en solo tres años, dijo la Concanaco al citar un reporte de la Unión Europea.
El mensaje tiene un objetivo común: acabar con la piratería y cuidar la seguridad de los consumidores.
Durante unos 40 minutos, algunos integrantes de este equipo contra la piratería hablaron de la relevancia de que los mexicanos sepan que con la compra de esos productos quien más pierden son sus bolsillos y la seguridad.
Y entonces surgió el tercer objetivo de esta cruzada: hablar de los daños de comprar productos apócrifos, que la gente hable de ello, que se entere que “no pasa nada hasta que te pasa”, como diceunl video que prepararon para advertir de los riesgos.
El mensaje hizo eco en un grupo especial de invitados, que no eran funcionarios ni representantes comerciales, sino a donde quieren llegar las autoridades: los jóvenes.
Un grupo de estudiantes de bachillerato de Conalep acudió a esta destrucción masiva y no sólo eso, con sus manos tomaron la mercancía para vertirla a los molinos y hacerla trizas. Incluso tomaban videos, fotos y selfies.
"Está muy bien (la lucha contra la piratería) porque muchos de esos productos nos pueden afectar a nosotros y a nuestras familias. Yo tengo una hermana pequeña y no me gustaría que le pasara algo", dijo en entrevista Josue Yahir, estudiante del Conalep Secofi.
Los discursos acabaron, los 23 miembros antipiratas firmaron con tinta su compromiso que también quedó retratado en la foto de grupo y todos juntos se encaminaron al patio donde los empleados del IMPI que madrugaron un poco más para preparar el evento tenían los molinos listos para triturar los productos.
Un proceso que por primera vez tiene una virtud: trasabilidad. Eso significa que se sabrá dónde se destruyó, quién fue y cuándo se hizo polvo lo pirata, explicó Juan Lozano, director general del IMPI. Algo que dijo es nuevo pues aunque sorpresa, no había ese proceso de transparencia.
Ataviados con guantes, careta, lentes industriales, guantes y chaleco los invitados, todos, pusieron su granito de arena en su lucha contra lo pirata al destruir lo apócrifo, que a decir de Lozano, es una forma de vida de la delincuencia organizada,.
El top cinco de lo que más consumen los mexicanos en productos pirata son: películas, música, calzado, celulares o sus accesorios y ropa. En lo que menos están las bebidas alcohólicas, herramientas, accesorios de autos y medicamentos.
Enfundados en su trate de los superantipiratas, los funcionarios comenzaron la destrucción.
Costales y costales se llenaban de polvo pirata, que a decir de Juan Lozano, del IMPI, recibirán un tratamiento especializado para no contaminar el ambiente.
Tras el ruido, el presidium de 23 sillas, los jóvenes, reinó el silencio y los costales de polvo pirata partieron hacia su nuevo destino.
Porque pirata eres y en polvo te convertirás.
