El informe, que examina los cortes parciales y totales en 122 países, fue publicado por la firma de investigación de internet Top10VPN y se basa en el trabajo realizado por Netblocks y el grupo de defensa The Internet Society.
“En términos económicos, las interrupciones no solo afectan la economía formal sino también la informal, especialmente en las naciones menos desarrolladas. También puede haber daños duraderos por la pérdida de confianza de los inversores y un desarrollo tambaleante, todo lo cual hace que nuestras estimaciones sean conservadoras”, escribieron los investigadores Samuel Woodhams y Simon Migliano para Top10VPN.
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“Por el lado de los derechos humanos, estos cierres afectan claramente la libertad de expresión de los ciudadanos y el derecho a la información e incluso pueden dar lugar a un aumento de la violencia”.
Nueva normalidad
Los cortes de Internet solían ser raros —con más frecuencia el resultado de daños accidentales a los cables de comunicaciones submarinos que una actividad intencional del gobierno —, pero se han vuelto cada vez más comunes.
En los últimos cinco años, el número de cortes de Internet en todo el mundo ha crecido exponencialmente, especialmente a medida que los gobiernos los adoptan para controlar los disturbios y las protestas. Según Freedom House, una organización no gubernamental con sede en Washington, desde el año pasado casi la mitad de la población mundial vive en un país “donde las autoridades desconectaron Internet o redes móviles, a menudo por razones políticas".
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Tales tácticas no se han limitado a los regímenes autocráticos. India, por ejemplo, cerró Internet para algunos ciudadanos parcial o totalmente más de 100 veces en 2019.
Top10VPN estimó que tales cortes costaron a la economía india más de 1,300 millones de dólares el año pasado.
Un apagón de Internet en la región controlada por India de Cachemira —que lleva 158 días y contando— es el más largo en una democracia, de acuerdo con Access Now, un grupo de defensa que hace un seguimiento de la libertad en Internet. Solo los gobiernos autocráticos de China y de Myanmar en la era de la junta militar han cortado el acceso por más tiempo.
El apagón se produjo cuando las tropas indias llegaron en masa Cachemira tras la eliminación de la autonomía legal de la región por parte de Nueva Delhi, que el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo que traería estabilidad y terminaría con el “separatismo, el terrorismo, la política dinástica y la corrupción”. Pero el corte dejó a algunos cachemires sin aviso de la razón por la que el Internet fue cortado. Y sin acceso a Internet, han sido excluidos en gran medida de la conversación, por lo que es difícil para las personas en la región transmitir sus mensajes.
David Kaye, el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la libertad de opinión y expresión, describió el corte actual como un “asedio a las comunicaciones” y un “castigo colectivo sin siquiera la acusación de un delito subyacente”.
Internet bajo ataque
A pesar de posiblemente haber iniciado la tendencia de los cierres de Internet hace una década con un corte de casi un año en la provincia occidental de Xinjiang, China no es un infractor frecuente. La censura china es generalmente lo suficientemente sofisticada como para que las autoridades no necesiten usar un instrumento tan contundente como cerrar completamente el acceso: logran el mismo propósito al filtrar lo que puede ser discutido en primer lugar.
Ciertamente, el éxito de la censura china en Internet probablemente ha inspirado a otros países a seguir su ejemplo, aunque en muchos casos, especialmente en los cierres generales, los apagones de Internet pueden violar los derechos garantizados por la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y otros tratados internacionales. La Organización de las Naciones Unidas también ha reafirmado la responsabilidad de los Estados miembros de proteger el acceso de las personas a Internet y la libertad de expresión en línea.
En el informe Top10VPN, Woodhams y Migliano advirtieron que “a pesar de su impacto negativo en la economía global, los derechos humanos y los procesos democráticos, hay poco que sugiera que los cierres de Internet se detendrán en 2020”.