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Marcelo Ebrard: La relación personal de AMLO con Trump "cambió la ecuación"

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, revela la estrategia de negociación comercial con Estados Unidos en un año complejo, y explica las decisiones bilaterales en migración y política de seguridad.
jue 30 enero 2020 05:04 AM
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Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México.

Por Mariel Ibarra y Alberto Bello

Fue hombre orquesta por designio presidencial. A lo largo de un año de creciente tensión en la relación con Estados Unidos, en la que se abrieron todos los temas sensibles (aranceles, migración, seguridad y estancamiento del acuerdo comercial), Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, recibió responsabilidades crecientes en la coordinación con el país vecino.

La meta estaba clara y se logró: este año concluyó con la ratificación exitosa del renegociado tratado de libre comercio (ahora llamado TMEC) en la Cámara de representantes de EU, de mayoría demócrata, y por fin Donald Trump lo acaba de firmar, antes de que el proceso electoral y el impeachment lo hicieran inviable.

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Ebrard atribuye este éxito a la relación “personal”, vía telefónica, que construyó López Obrador con Donald Trump, y a que se supo separar la retórica y los tuits del fondo de la relación con EU.

El camino no estuvo exento de baches y críticas. La recta final agregó al acuerdo —aprobado inicialmente por los tres países en 2016— unos páneles trilaterales de verificación laboral que se formarán cuando existan evidencias de que México no cumple con sus leyes de trabajo, lo que fue cuestionado por algunos organismos empresariales nacionales.

Marcelo Ebrard, entrevistado en exclusiva por Expansión en diciembre, en la que fue la portada de la Revista Expansión en enero, defiende que México impidió la certificación de productos en la frontera que Estados Unidos pretendía imponer —lo que hubiera implicado una importante traba al comercio—, y logró mecanismos que funcionan también para defender los intereses nacionales.

Lee aquí nuestro especial sobre el TMEC

Expansión: 2019 ha sido un año muy tenso en la relación con Estados Unidos, ¿cómo lo ha vivido?

Marcelo Ebrard: Cerramos con la aprobación del tratado con EU, por lo que se cierra una gran ventana de incertidumbre. Ha sido uno de los momentos más difíciles de la relación bilateral, porque teníamos abiertos, al mismo tiempo, todos los temas en los que México es vulnerable: drogas, migración y, además, si iba o no nuestro matrimonio con la economía norteamericana.

Afortunadamente, el presidente entendió esto muy bien, desde el principio, y se trazó una línea que funcionó, que fue crear una relación personal importante con el presidente de Estados Unidos. Eso nadie lo esperaba, y es lo que cambió la ecuación. Nunca se han visto, es una relación telefónica, pero muy ágil y de espacios de entendimientos, y eso para mí en Relaciones Exteriores ha sido la mejor noticia.

Hay críticas que dicen que se ha cedido demasiado en llevar el capítulo laboral más allá de lo que se había negociado inicialmente en el TMEC.

EU no quería, de entrada, tener otro tratado. Cambió de no querer tratado a mantener uno que, además, tiene normas y espacios para resolver controversias. Si yo hubiera dicho esto hace un año, me habrían respondido que era muy difícil lograrlo. Yo diría que es muy bueno para México, primero, cerrar la ventana de incertidumbre, porque eso sí te puede generar un enorme costo económico.

El tema laboral es algo que se ha manejado mucho, pero el tratado tiene varios capítulos. México gana mucho pudiendo tener mecanismos de resolución de controversias para agricultura. En el propio tema laboral, también hay cosas interesantes, y la pregunta es: ¿Hay alguna obligación diferente a sus leyes en materia laboral en ese tratado? No, no la hay. Lo que está establecido en el tratado es lo que ya es ley en México. Vamos a tener que aceptar que haya páneles, porque México siempre sostuvo la tesis correcta de que, con EU, nos conviene más el pánel que la relación unilateral.

Los demócratas planteaban que hubiera certificación en la frontera de los productos. ¿Cómo le hubieran hecho las empresas? Te van a revisar a ti y a ti no, depende de qué día y cómo, y ¿cómo te defiendes? Como lo que le hicieron a los tomates: un día nos frenan un envío de tomates para revisar, y se te pudren en la frontera.

No hay obligaciones adicionales, aceptamos páneles pero son equitativos, que funcionan para los dos lados. La única razón por la cual habría que oponerse a este modelo es que no quieras cumplir con la ley laboral, pero entonces para qué la aprobamos. Ya es una ley que no está a discusión, es una norma obligatoria.

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¿Se prevé algún mecanismo para apoyar a que las empresas exportadoras cumplan con esta ley?

La aplicación de la ley está planteada por estados, de acuerdo a un calendario que está en la ley, y la Secretaria de Economía debe tener un órgano intersecretarial. Nosotros vamos a participar de todos los páneles, coordinados por la Secretaría de Economía, no directamente. Lo que Graciela Márquez, secretaria de Economía, dijo el 19 de diciembre, fue que va a plantear en la legislación de implementación mexicana, como eje, la preparación de los páneles que tienen que ver con todas las empresas que están establecidas en México. Tendrán el respaldo para que siempre puedan presentar los argumentos. Y ojo, incluso en materia laboral tienes plazos, 85 días. Se puso ese término porque, si hay una razón fundada para pensar que una elección (sindical) no fue legítima, pues la repites en ese tiempo.

Lee: Funcionarios de EU harán "trabajo complementario" en México, dice Jesús Seade

Las elecciones de Estados Unidos

La relación con EU vive un momento de romance, pero ¿hay alguna estrategia para solventar el año electoral que se avecina?

Ya aprendimos que hay que separar la retórica de la relación bilateral. La parte de comercio, industria y todo lo que regula el tratado, incluido ahora medioambiente, queda fuera de la relación bilateral y no se abrirá el año 2020. Eso era una muy alta prioridad para México y se logró. Y en materia de migración y seguridad tenemos ya acuerdos o metas comunes.

Entonces, no veo que la campaña pueda afectar la relación bilateral de trabajo, que es muy compleja. Acaba de venir el procurador William Barr, y tuvo una muy buena plática con el presidente. Vamos por un buen camino en esos dos terrenos. Lo que tienes que cuidar es que el mundo de los discursos no se convierta en el mundo de las medidas de gobierno.

¿Cómo estamos en la relación con los demócratas?

Tenemos buena relación con ambos partidos. México, y este gobierno en particular, es muy respetuoso. En el proceso interno de EU no vamos a opinar, no nos vamos a meter, no es lo nuestro. Podríamos decir que, dentro de todo lo que puede suceder políticamente este año, no nos debemos de preocupar, porque la elección es en noviembre, y lo que tenía que pasar por las Cámaras ya pasó. El margen de incertidumbre se redujo sustancialmente, como un 80%.

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El presidente dijo que la firma del acuerdo es un logro para los agricultores estadounidenses.

¿Y si no gana Trump la elección?

Nos ajustaremos.

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El costo de la migración

El canciller admite que uno de los puntos de mayor tensión con el gobierno de Donald Trump fue la presión para que México hiciera algo para contener a los miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que llegaban a su país.

Era el mes de mayo, y en la frontera sur estadounidense se habían más que duplicado las aprehensiones de gente “sin papeles”, pues pasaron de 60,777 en octubre a 144,470 en mayo. El mensaje de la administración de Trump fue directo: “Esto es incompatible con que lleves una buena relación conmigo”, recuerda Ebrard.

Por ello, México se puso manos a la obra para aplicar, con mayor rigor, la ley migratoria del país. Movilizó a 27,000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur de México para tener una migración “más ordenada”. En noviembre, los migrantes presentados ante el Instituto Nacional de Migración (INM) habían disminuido en 58%.

¿Cómo se tomó la petición de Estados Unidos?

Tienes 1 millón de personas que pasa cada año por México, y no sabes ni cómo se llaman. Dije a los legisladores: "Lo que estamos haciendo es aplicar la ley, si nos les gusta la ley, por favor, cámbienla". Pero lo que México no puede hacer, es decir: hacemos una ley y luego hacemos lo contrario.

Yo soy el Canciller de México, voy a Estados Unidos, regreso y hago fila en Migración y me piden mi pasaporte. Entonces, no hay excepciones a esa norma. Esa norma es para que a esas personas las puedas proteger, y también por la seguridad de todos los ciudadanos de México. Hay 27,000 elementos de la Guardia Nacional participando en apoyo al INM, porque es parte de su encomienda, pero no quiere decir que ellos detengan personas. Los migrantes no son delincuentes: es una falta administrativa. Los que la tramitan son los del INM y la Guardia Nacional los apoya. Aquí hay una frontera y tienes que hacer lo que la ley dice.

Lee: Los agregados laborales de EU en México traerán beneficios

¿Hubo una verdadera presión de Estados Unidos sobre el tema?

Lo que Estados Unidos dice es que no es compatible que nos mandes 1 millón de personas violando tu ley, y que digas que a ti no te toca. Y tienen razón. ¿Es un servicio a Estados Unidos? No, es una aplicación de la ley. Lo que estamos haciendo es decir cómo a México le conviene regular este flujo migratorio. Si alguien quiere migrar, que te lo diga. Se trata de proteger a las personas y no hacer el caldo gordo a los que trafican con ellas y les cobran 3,000 dólares a cada uno.

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Seguridad

¿Por qué no declarar a los narcotraficantes como grupos terroristas?

Eso fue resultado de lo ocurrido con la familia LeBarón, que son ciudadanos binacionales, y que fue una cosa espantosa e inadmisible. Hay grupos en Estados Unidos que dicen, ¿por qué no hacemos eso? Y entonces le pasamos la lista al Consejo de Seguridad. Hasta ahora no se ha hecho con ningún grupo del narco, todo se ha hecho con organizaciones que tienen otros objetivos más políticos.

¿Qué consecuencias tendría? Se congelarían activos, pero eso se podría hacer por otros medios. Pueden deportar o detener gente que esté en territorio americano. También eso lo pueden hacer sin la declaración. Se podría decir al Consejo de Seguridad de la ONU que, al incluir a estas organizaciones criminales a la lista de terroristas, se necesita hacer una acción vía un dron. Eso tendría dos problemas principales: la Constitución mexicana no lo permite, así que se escalaría la tensión muy fuerte con México. Cualquier operación de ese tipo provocaría una reacción fuerte del gobierno mexicano. La Constitución no te da margen y se tendría que cambiar, y se dividiría mucho al país.

Finalmente, ¿qué logras? Los resultados que puedes conseguir (declarando terroristas a los narcotraficantes), salvo las operaciones directas, los puedes tener ya. De hecho, tenemos uno de los esquemas de cooperación más amplios del mundo.

¿Qué fue lo que platicó con el procurador William Barr sobre el tema?

Primero, que no era necesario porque tenemos todo el esquema de cooperación; y segundo, lo que quieres lograr es inconveniente por esta vía porque va a dividir al país, y toda la cooperación que tenemos se va a contaminar. Hoy, me da la impresión de que estamos en un camino ya fuera de ese terreno.

Ahora, México, ¿qué dice? "Hágase algo sobre el dinero". Se detuvo al Chapo, se le juzgó y ¿cuánto se le quitó de sus activos en Estados Unidos? Porque acá sí ya se le congelaron cuentas, ese es un punto importante, si no de reclamo. Si no somos efectivos con el dinero, ¿de qué sirve?

Lo segundo son las armas. México tiene que reorganizarse mejor para impedir el ingreso a nuestro territorio, pero es importante que Estados Unidos nos ayude. Está por iniciarse en estos días el primer operativo, que son cinco puntos en la frontera, donde vamos a utilizar tecnología, bases de información, revisiones aleatorias y otras sistemáticas para frenar ese flujo. Se estima que el 2.2% del total de las armas que se venden en EU vienen para acá. Sí tenemos la tecnología entre ambos para frenarlo, si queremos. Para nosotros es crucial porque eso determina el nivel de violencia en México. Tener acciones directas en México no solucionaría nada.

Como Canciller, ha sido un hombre clave apagando fuegos de la llamada 4T, ¿cómo se siente con eso?

Todos los temas en los que hemos participado tienen que ver con la relación con Estados Unidos. Las pipas de Pemex se compraron allá, estuvimos en Sonora, porque (la familia LeBarón) son ciudadanos norteamericanos, de lo contrario no habría ido. Estoy en la cancha que va determinando la relación que tenemos con Estados Unidos, que es muy compleja y muy vasta, y yo supongo que seguirá siendo así, por la integración que hay. El señor presidente me ha pedido que esté yo en esos campos, fuera de ellos no estoy.

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